
Se confirma que hoy han hecho cima en los 8.125m del Nanga Sergi Mingote, Cala Cimenti, Vitaly Lazo y Anton Pugovkin. HabÃa más alpinistas en el grupo, pero no hay noticias.
En estos momentos se encuentran descendiendo, y al menos en el caso de Cimenti, la bajada pretende ser esquiando, tras portear los esquÃs hasta cumbre.
Ayer ya consiguió la cumbre el francés Boris Langenstein, quien también pretendÃa -junto con su compañero Tiphaine Duperier, que no pude conseguir la cima y le esperaba a unos 7.800m- el descenso con esquÃs.
Para aclimatar, ambos escalaron el Spantik, de 7.027m, realizando el que probablemente es el primer descenso con tablas de esta montaña pakistanÃ.
Hace pocos años, cuando las expediciones comerciales al Cho Oyu y al Everest empezaban a ser muy numerosas, y empezaron a levantarse voces crÃticas sobre ellas, se consideraba que la dificultad del resto de ochomiles les protegÃa de la masificación. Y sobre todas ellas sobresalÃa el K2.
Pero luego ocurrió algo: China cada vez ponÃa más problemas – o directamente cerraba las fronteras de TÃbet -, y las agencias empezaron a encaminar clientes a picos como el Dhaulagiri y el Manaslu.
Y finalmente, desde hace pocas temporadas, el turno de las expediciones comerciales ha llegado al K2.
Este año el Gobierno de Gilgit Baltistán ha concedido 400 permisos para K2, Broad Peak, Gasherbrum I, Gasherbrum II, Nanga Parbat y, de forma anecdótica, a Latok, Gasherbrum VI, Mustang. 179 de estos permisos son para alpinistas que se encaminan al K2.
Según afirman algunas agencias, en realidad, incrementando el número de sherpas que trabajan en la montaña, el número de metros de cuerda, y la cantidad de botellas de oxÃgeno a 8000m, para superar el cuello de botella, el K2 es asequible para sus clientes, con un solo problema: el poco sitio disponible para montar campamentos, a excepción del collado a 8.000m, hace que la logÃstica sea más difÃcil y suponga tener que organizar las personas que suben en cada grupo porque, de subir todos en bloque como en el Everest, no habrÃa sitio para tantas tiendas en algunos campos intermedios.
Opinan que esto es un filtro que evita atascos como los del techo del mundo, que podrÃan ser especialmente peligrosos en el cuello de botella.
Mientras tanto, como afirmábamos hace un par de semanas, al informar sobre el intento que van a realizar Thomas Huber, Simon Gietl y Yannick Boissenot a la norte del Latok I, lo más interesante desde el punto de vista alpinÃstico de esta temporada de Karakorum no se da en los ochomiles. Iremos informando sobre ello.