
El alpinista y esquiador polaco Andrzej Bargiel asombró al mundo el pasado año cuando consiguió el primer descenso completo del K2 con esquÃs, de cumbre a campo base. Algo que, aunque se habÃa intentado, hasta ese momento era considerado como imposible, y que, como podéis ver en el video que acompaña la noticia de este enlace, está bastante cerca de serlo.
Ahora anuncia su nuevo reto, no menos complejo: el 25 de agosto parte hacia el Everest a intentar el primer ascenso sin oxÃgeno con posterior descenso integral con esquÃs hasta el campo base.
Las condiciones del Everest en el postmonzón (otoño) desde hace años son peores que las de primavera, y por eso, y a diferencia de las masificaciones del premonzón, la montaña suele estar casi vacÃa. Algo fundamental para un intento de este tipo. En realidad, para cualquier intento sin oxÃgeno al techo del mundo: la ausencia de los letales atascos aumentan mucho las posibilidades para quienes no emplean 02 suplementario.
El Everest ha sido descendido con esquÃs anteriormente, pero con uso de bombonas. El primero fue el esloveno Davo Karnicar, en 2000. Quien más cerca estuvo de conseguir lo que va a intentar el polaco fue el gran Hans Kammerlander, que tras un ascenso sin O2 exprés en 17 horas a través de la norte, no pudo completar el descenso integral esquiando por la ausencia de nieve barrida por el viento en algún tramo de la parte superior de la montaña.