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1ª a la muralla oeste del Koyo Zom, 6.877m, con accidente y rescate

Tom Livingstone y Ally Swinton consiguen abrir la gran muralla, con accidente durante el descenso.

El Koyo Zom, 6.877m. Foto: FB: Tom Livingstone
El Koyo Zom, 6.877m. Foto: FB: Tom Livingstone

El Koyo Zom, con 6.877m, es la más alta montaña de la cadena del Hindu Raj, en Pakistán. Un gran centinela entre Pakistán, Afganistán y Tajikistán apenas ascendido debido a que la zona ha estado cerrado durante décadas por los condicionantes geopolíticos de la zona, lindante con el afgano Corredor Wakhan.

La primera escalada data de 1 la realizó en 1968 un equipo austriaco dirigido por Albert Stamm, y solo otra vez fue alcanzada la cima, en 1977, por parte de un grupo británico. Ambas fueron realizadas por la cara este del Koyo Zom.

Este mes de septiembre ha visto como, por primera vez, era ascendida su pared oeste, un impresionante murallón de 1.500m, por Tom Livingstone (Piolet d’Or este año por el Latok I) y Ally Swinton, en una expedición de la que también formaban parte John Crook, Uisdean Hawthorn y Will Sim, y que estuvo a punto de acabar en tragedia tras caer Swinton unos 20 metros durante el descenso por el glaciar de la cara este, y que requirió de un rescate por parte de un helicóptero del ejército pakistaní.

“Will Sim “redescubrió” esta olvidada y misteriosa montaña, y nos invitó a Ally Swinton, Uisdean Hawthorn, John Crook y a mí a unirnos a su proyecto”, cuenta Tom Livingstone. Antes de atacar la montaña, permanecieron 6 semanas viajando y aclimatando por la zona, y llegados al campo base esperaron la ventana de buen tiempo que les permitiera intentar la escalada.

Pronto se dividieron en dos grupos: Crook, Hawthorn y Sim iban a intentar el ascenso por una zona, y Livingstone y Swinton por la inescalada gran muralla oeste.

“Ally y yo cargamos las mochilas con todo preparado para 7 días, y partimos hacia la pared”, afirma Livingstone. El primer día lo emplearon en llegar a pie de roca superando el casquete de hielo, y el segundo día ya comenzaron a escalar a través de diedros y chimeneas en mixto. “Paramos en una estrecha arista de nieve en la hora dorada del atardecer, con toda la vista haciéndonos sentir muy especiales. Mientras derretíamos la nieve y preparábamos nuestros liofilizados mirábamos con ansiedad la enorme muralla por encima de nosotros, buscando una línea en la vertical.”

Vivac en el Koyo Zom. Foto: FB: Tom Livingstone
Vivac en el Koyo Zom. Foto: FB: Tom Livingstone

El tercer día siguieron escalando, y aunque había roca suelta, sus friends entraban con seguridad en fisuras sólidas. “La motivación de Ally y su fuerte mentalidad me animaban a seguir, así que entre artificial y libre iba avanzando. Colgado en una reunión a 6.100m, con la luz dorada de la tarde, grité de alegría. La escalada me recordaba a la mi amado Gogarth, en el norte de Gales. Escalada alpina en su máxima expresión.”

Escalando en el Koyo Zom. Foto: FB: Tom Livingstone
Escalando en el Koyo Zom. Foto: FB: Tom Livingstone

El cuarto y día, desgastados por la altitud, y a través de terreno mixto, avanzaron hasta llegar a la cumbre. “Esperábamos encontrar las huellas de nuestros amigos Will, Uisdean y John, pero no vimos nada e imaginábamos que estábamos completamente solos. Había sido una de las mejores vías alpinas que jamás había escalada, y de las que más había disfrutado.”

Eran la 1pm del 28 de septiembre. “Nuestros gritos de woohoo se perdían en las montañas que se perdían en la distancia. Dientes blancos emergiendo de valles entre el rosa y el marrón se esparcían por todas direcciones: Pakistán, China, Tajikistán y Afganistán.”

Tom Livingstone y Ally Swinton, cima en el Koyo Zom. Foto: FB Tom Livingstone
Tom Livingstone y Ally Swinton, cima en el Koyo Zom. Foto: FB Tom Livingstone

Decidieron descender por la cara este, mucho más fácil, evitando el largo descenso de rápeles por la vía de ascenso. Bajaron hasta el glaciar Pechus e instalaron la tienda. “Todo lo que nos quedaba por hacer era descender andando por el glaciar entre grietas unos 2.300 metros de desnivel.”

A las 7 de la mañana se despertaron con el sol, se encordaron y comenzaron el descenso. Hasta que un desafortunado error de Ally le hizo caer unos 15-20 metros dentro de una grieta, quedando malherido. “Estaba cubierto por sangre por gran una brecha en la cabeza. Comprobé su pierna, con el temor de encontrar una rotura, pero parecía ser solo un golpe muy fuerte.”

No tenían más gas ni comida, estaban a más de 6.000m en una de las regiones más remotas de Pakistán, y era imposible que Ally llegara por sus medios al campo base. Así que Tom decidió pulsar el botón de SOS de su Garmin In Reach Mini.

Ally Swinton accidentado en el Koyo Zom. Foto: FB Tom Livingstone
Ally Swinton accidentado en el Koyo Zom. Foto: FB Tom Livingstone

“Me alivió ver que Ally permanecía consciente mientras esperábamos el helicóptero, pero la primera tarde estaba débil y no respondía. Lo admito: durante un rato estaba seriamente preocupado con la posibilidad de que no superara esa noche. Fue una experiencia abrazar y sujetar a Ally, cubierto en sangre, durante toda la noche. Todavía puedo oler la sangre. Escuchaba su respiración, ya de por si irregular por la altura, y cuando se paraba por segundos...la movía, conteniendo la respiración hasta que volvía a respirar.

Así hasta que por la mañana oí el chop-chop del rotor de un helicóptero. ¡Qué sonido tan maravilloso!

Ally fue cosido y curado en Gilgit-Baltistan. Contactamos con nuestros compañeros Will, Uisdean y John, que se encontraban sanos y salvos en el campo base. Ally se está recuperando bien.

Le he preguntado a Ally cómo le gustaría que se llamara la vía. Ha sugerido “The Great Game” (El Gran Juego), que evoca a un gran libro sobre la historia de la región (NR: Kim, Kipling), y parece un nombre que encaja perfectamente con nuestra ruta.

No entiendo de grados, pero creo que será ED+, 1.500m.

Quiero dar las gracias a mis amigos Will Sim, John Crook, Uisdean Hawthorn, Jon Griffith, Ruth Bevan, el ejército pakistaní, los pilotos de Fearless Five, Garmin InReach, las embajadas británicas en Islamabad y Karachi, Global Rescue and nuestra fantástica agencia local por todo el apoyo.”

Facebook Tom Livingstone: www.facebook.com/tomlivingstoneclimbing/

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