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Tamara Lunger y Simone Moro, buscando la salida del laberinto en el Gasherbrum I

Otro ochomil invernal en marcha.

Simone Moro y Tamara Lunger, orientándose en el laberinto. Foto: The Vertical Eye - Matteo Pavana
Simone Moro y Tamara Lunger, orientándose en el laberinto. Foto: The Vertical Eye - Matteo Pavana

Llegó el momento para Tamara Lunger y Simone Moro en los Gasherbrum, con su intento invernal de encadenamiento de GI (8.068m) y GII (8.085m), a la manera de la primera travesía de ochomiles que Reinhold Messner y Hans Kammerlander realizaron hace 35 años en estas dos mismas montañas. Aunque su principal objetivo es el Gasherbrum I, si todo va bien intentarán el enlace de las dos cumbres a través del collado. Todo ello en estilo alpino ligero.

De momento, y tras la marcha de aproximación, han dedicado los dos últimos días a intentar desentrañar el secreto del laberinto del roto glaciar situado en la parte baja de la montaña, cuya salida les llevará a la base de la muralla: “Mal tiempo y mucha nieve. Raquetas de nieve necesarias y muy atentos para intentar entender hacia dónde ir”, afirma Simone. “Hoy ha sido el turno de Tamara para ir abriendo y encontrar laboriosamente la ruta. Todo ha salido muy bien, pero los juegos del laberinto están lejos de terminar...”

Gasherbrum invernal

El Gasherbrum I y el Gasherbrum II tienen una ascensión invernal cada uno.

El G-II fue alcanzado el 2 de febrero de 2011 por Cory Richards, Denis Urubko y Simone Moro, en estilo alpino, mientras que un fuerte equipo polaco, en expedición pesada, holló la cumbre del G-I el 9 de marzo de 201.

En los últimos tiempos, esto trae controversia, con la tendencia encabezada por Denis Urubko de emplear el invierno meteorológico, que finaliza en febrero, para considerar qué es una invernal y qué no lo es. El gobierno de Nepal también piensa así en estos momentos, y aunque Simone Moro a veces afirma una cosa, a veces otra, lo cierto es que sus dos últimas expediciones invernales a ochomiles han sido al Manaslu y esta que comienza al G-I, ambas montañas que no cumplen los requisitos propuestos por algunos en estos momentos para que sus únicas escaladas en los meses fríos sean consideradas como invernales.

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