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Virginia Pérez y Toño Algueta, récord subida al Garmo Negro, 3.064m

La subida al Garmo Negro, con 1.450m de desnivel en apenas 5 kilómetros, ha visto superados sus mejores tiempos masculinos y femeninos.

Virginia Pérez, en la subida a Garmo Negro. Foto: Ramón Ferrer, Monrasin
Virginia Pérez, en la subida a Garmo Negro. Foto: Ramón Ferrer, Monrasin

En un año sin competiciones, son numerosos los y las corredoras que, por un día, cesan en su actividad de disfrute por la montaña para probarse a si mismos en un lugar emblemático por el que pasan habitualmente muchos de sus compañeros y compañeras.

La subida al Garmo Negro, por sus especiales características, con 1.450m de desnivel continuo en 5 kilómetros, vertical y sin descanso por terreno de montaña hasta mas arriba de los 3.000m de altitud, y por su aproximación con vehículo hasta su base en el Balneario de Panticosa, es un lugar muy empleado para este tipo de retos.

En esta última semana han sido superados los dos mejores tiempos conocidos tanto masculinos como femeninos a este tresmil. El día 9 de agosto, según informa Ramón Ferrer, “Monrasin”, Toño Algueta volvía a rebajar el mejor tiempo anterior, conseguido hace escasas fechas por Kiko Navarro, llegando a la cima del Garmo Negro 1 hora 1 minuto y 43 segundos después de haber abandonado el Balneario. Con él, apoyándole, estuvo su entrenador, el campeón del mundo Luis Alberto Hernando. Algueta se vio favorecido por la tormenta que estalló poco antes del intento, y que dejó el terreno blando y perfecto para la prueba.

El propio Toño Algueta había tenido ya, en 2017, el mejor tiempo conocido para esta subida, superado después por Markel Urigoitia y Kiko Navarro (1:05:41), en este mismo verano.

Y el pasado viernes día 14 fue el turno para Virginia Pérez, la residente en Villanúa, que con un tiempo de 1 hora, 10 minutos y 25 segundos rebajó en algo mas de 14 minutos el anterior mejor tiempo conocido, conseguido por Oihana Kortazar en 2016.

Las condiciones no eran las mejores, y la niebla en las zonas altas le ha hecho perder algo de tiempo hasta encontrar la subida mas directa a través de la pala final. La temperatura en la cima, muy baja, y la mínima visibilidad, han impedido a Virginia disfrutar de las enormes vistas de cumbre.

Virginia Pérez, en la cima de Garmo Negro. Foto: Ramón Ferrer, Monrasin
Virginia Pérez, en la cima de Garmo Negro. Foto: Ramón Ferrer, Monrasin

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