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Hace 40 años. 20 agosto 1980. 1ª ascensión a Everest sin oxígeno, en alpino y en solitario, por Reinhold Messner

20 de Agosto de 2020  |  Deja tu comentario
Reinhold Messner se convirtió en la primera persona en escalar en solitario, sin oxígeno, en alpino, y durante el monzón, el Everest.

Reinhold Messner. Foto: Barrabes
Reinhold Messner. Foto: Barrabes

Tal día como hoy, hace 40 años, Reinhold Messner volvía a llevar los límites de lo que se considera posible un poco mas allá, abriendo un nuevo camino al alpinismo, al conseguir la cumbre del Everest en solitario, estilo alpino, y sin uso de oxígeno suplementario.

Estuvo dos años preparándose, desde que en 1978 realizó la primera escalada al Everest sin oxígeno, junto a Peter Habeler. Firmemente convencido de que, para que el alpinismo avanzara y fuera mas puro, lo que tenía que hacer es eliminar cuantos mas medios artificiales mejor, tras prescindir del oxígeno, quiso también hacerlo de la ayuda externa.

Para ello eligió ir en la peor época: durante el monzón. Esto le garantizaba tener la montaña para él solo. También hizo algo muy radical, que nadie había hecho allí: prescindió de la ayuda, y no instaló campos de altura. El día que partió a cumbre cargaba con él una tienda de vivac, que empleó para pasar las noches.

Fue por la cara norte tibetana, que un año antes había sido abierta por el gobierno chino a los visitantes extranjeros tras 30 años de cierre. En mayo de ese año había recibido la primera visita no china en 3 décadas, con un equipo japonés que repitió la vía normal del Collado Norte y la arista con los escalones, además de abrir un enlace por la norte hasta el corredor Horbeirn.

Messner era el segundo visitante y, con toda la montaña para él solo, sin oxígeno, ni campamentos de altura, ni ayuda, ni cuerdas fijas preinstaladas, consiguió la cima abriendo también una nueva vía al encontrar una línea horizontal en la gran pared, por encima del Collado Norte, que le llevó a alcanzar el Corredor Norton, desde donde llegó a cumbre.

Allí cayó exhausto, y durante una larga hora solo pudo tumbarse en la nieve y jadear. Por suerte, consiguió recuperarse, y comenzó el descenso.

Cuando llegó al campo base, 4 días después de haberlo abandonado, su novia, que le acompañaba, casi no lo reconoció. “Bajaba como si estuviera borracho, y no parecía la misma persona que se había ido hacia 4 días. Su cara estaba amarilla, sus labios resecos y agrietados", escribió Nena Holguien en su diario.

Con esta ascensión, que a fecha de hoy sigue asombrando, Messner pensaba que el alpinismo había dado un gran paso. Años después afirma su desencanto: creía que en 10 años nadie subiría al Everest en expediciones pesadas, pero se encontró con la deportivización y turistificación posterior que, para ellos, entre ellos él, han desvirtuado el techo del mundo.

Cara Norte Everest. En azul claro, la línea de Messner. Foto: Wikipedia Commons,  Luca Galuzzi
Cara Norte Everest. En azul claro, la línea de Messner. Foto: Wikipedia Commons, Luca Galuzzi

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