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Jonatan García: collado de Salenques-Pico de Alba. 30 tresmiles en 8:15h

Aneto-Maladeta: 30 tresmiles en cresta para Jonatan García en 8:15h, 11:30 horas con ascenso y descenso desde el valle.

Cresta desde el Pico de enmedio hasta el Aneto. Foto: Jonatan García
Cresta desde el Pico de enmedio hasta el Aneto. Foto: Jonatan García
El vasco afincado en Benasque Jonatan García completó a finales de la pasada semana la infinita cresta por terreno comprometido y técnico, con constantes escaladas y destrepes, que unen el collado de Salenques y el Pico de Alba, en 8 horas y cuarto, 11 horas y media si contamos la travesía total desde el coche en la Besurta hasta su regreso a él. Desde el Collado hasta la cima del Pico de Alba el desnivel positivo acumulado aproximado será de unos 1.300-1400m.
Foto: Jonatan García
Foto: Jonatan García
El terreno es complejo y vertiginoso, con pasos de hasta V y tramos descompuestos, e incluye la cima de 30 picos de más de 3.000 metros. Se trata de la unión de varias crestas famosas cuyo compromiso apenas permite relajación. Realizó la travesía en solitario y sin asegurar.
Foto: Jonatan García
Foto: Jonatan García
“Es un proyecto bonito en el valle que pensábamos hacer dos cordadas el pasado año, pero no pudimos. Así que me decidí a hacerlo yo solo, aprovechando que daban buen tiempo. Venían nubes, pero parecía que con el viento que se iba a levantar se iban a evaporar, y así fue”, nos comenta Jonatan.
Foto: Jonatan García
Foto: Jonatan García
Jonatan partió a las 9:30am de la Besurta, y en 2 horas superaba los 800 metros de desnivel a través de la morrena y la nieve hasta el collado. Allí comenzaba la escalada de la famosa cresta de Salenques, que le llevó en 2 horas y media hasta la cumbre del Aneto.
Foto: Jonatan García
Foto: Jonatan García
Desde allí, a través del Pico de Enmedio, llegó a la Maladeta, pico cuya cumbre hollaba a las 4:30pm. En otras 3 horas de escalada y compromiso llegaba al pico de Alba y al gendarme 15 de la cresta de Alba, finalizando su tránsito en altura a las 7:30pm.

En la cima descansó 15 minutos, y emprendió el descenso hasta el coche, adonde llegaba a las 9 de la noche, 11 horas y media después de su partida.

“Llevé un bidón de medio litro de agua, y geles y barritas. Junto a la ropa de por si acaso, una mochila ligera de 9-10 litros y algo de cordino por si me hacía falta en algún destrepe”, cuenta Jonatan.

Jonatan, fotografiado en la pared. Foto: Jonatan García
Jonatan, fotografiado en la pared. Foto: Jonatan García
No es la primera vez que se encadena esta cresta en el día, y tampoco se sabe si será el tiempo más rápido o no, pero no es algo que preocupe ni a Jonatan, ni a quienes han realizado esta escalada con anterioridad. Más bien se trata de una preciosa actividad en casa, de una atracción alpina que antes o después ha pasado por la cabeza de las pocas personas capacitadas para algo así tras ver desde las montañas fronterizas de enfrente el interminable skyline de crestas vertiginosas que muestran los macizos del Aneto y las Maladetas.
Jonatan, durante la travesía. Foto: Jonatan García
Jonatan, durante la travesía. Foto: Jonatan García

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