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Unax Otegi: los 46 tresmiles de Aneto-Maladetas en 35 horas 45 minutos

50 kilómetros y 4.700m de desnivel positivo, crestas, compromiso y belleza: Unax Otegi encadena los 46 tresmiles de Aneto-Maladetas en 35 horas y 45 minutos.

Aneto y Pico de Enmedio. Foto: Unax Otegi
Aneto y Pico de Enmedio. Foto: Unax Otegi
“Todos los esfuerzos, los sacrificios y el trabajo de los tres últimos años por fin se ven recompensados. Ha sido un proyecto que ha marcado mi vida y el punto culminante de mi carrera montañera. Puedo decir que he encontrado un equilibrio perfecto entre los aspectos físicos, técnicos y psicológicos. El desarrollo mediante el entrenamiento y la combinación exacta de estos tres factores ha sido lo que me ha permitido llevarlo a cabo.

En total han sido 35 horas y 45 minutos de actividad. Unos 50 kilómetros y 4700m de desnivel positivo acumulado, 46 tresmiles ascendidos y un sueño cumplido. Unos números que apenas reflejan las sensaciones, los sentimientos y las emociones que he vivido. Este relato apenas se aproxima a la realidad de lo ocurrido, no deja de ser un resumen bastante superficial”.

Crestas en Aneto-Maladetas. Foto: Unax Otegi
Crestas en Aneto-Maladetas. Foto: Unax Otegi
Unax Otegi ha conseguido cumplir un viejo sueño de difícil y técnica ejecución: encadenar todos los tresmiles de los macizos de Aneto y Maladetas en 35 horas y 45 minutos ininterrumpidos de actividad. Una circular realizada en solitario y en autosuficiencia estricta (sin ningún depósito intermedio ni apoyos).

Algo así solo puede realizarse de una manera: cresteando. Lo que no evita que sean casi 5.000 los metros de desnivel positivo acumulado. De otra manera, por rápido y experimentando que se fuera, serían muchas jornadas las que se necesitarían. Pero crestear, en estos macizos, convierte la actividad no solo en larga y dura, sino en comprometida y técnica al transitar, por ejemplo, por lugares como la cresta de Salenques, entre otros igual o de superior compromiso y dificultad.

Cresteando en Aneto-Maladetas. Foto: Unax Otegi
Cresteando en Aneto-Maladetas. Foto: Unax Otegi
En este caso, además, se añade el problema de que este conjunto de tresmiles no tiene un aparente encadenamiento lógico circular o lineal. Y decimos aparente porque Unax ha conseguido darle la vuelta a la forma en la que, en principio, se pensaría en afrontar una actividad así, y partiendo desde Llauset queda un circuito verdaderamente coherente.
Itinerario. Foto: Unax Otegi
Itinerario. Foto: Unax Otegi
Como puede suponerse, no es la primera vez que alguien como Unax afronta un reto así. Conocido forero de mendiak.net, allí pueden verse sus reportajes sobre rutas como el encadenamiento de los 44 tresmiles de la zona del Perdiguero, entre muchas otras.
Material empleado por Unax en su travesía. Foto: Unax Otegi
Material empleado por Unax en su travesía. Foto: Unax Otegi
Unax nos envía nos envía el relato que reproducimos a continuación, el track de la actividad, y fotos de todas las cumbres y de muchos otros lugares. De lo enviado, vamos a publicar la explicación de la actividad y un resumen de fotografías; si queréis seguir paso a paso la travesía, especialmente si buscáis información para realizarla, aunque sea en 6-7 días, podéis hacerlo en mendiak, foro pirenaico de referencia en activo desde 1995, pioneros de la montaña online junto a Barrabes en aquellos lejanos e ilusionantes años, y lugar habitual en el que Unax guarda y comparte todas sus andanzas montañeras.
Crestas en Aneto-Maladetas. Foto: Unax Otegi
Crestas en Aneto-Maladetas. Foto: Unax Otegi
Comenzó desde el embalse de Llauset y finalizó en la cumbre de la Tuca de Culebras, para después descender de nuevo hasta Llauset.

En medio, un sueño hecho realidad.

"No tengo la sensación de haber hecho algo excepcional, solo la alegría y la gran satisfacción de haber conseguido algo que parecía imposible gracias al trabajo y al sacrificio diario. Si yo, que no tengo cualidades físicas excepcionales y padezco de vértigo he podido hacer esto, cualquiera que realmente se lo proponga podría hacerlo. Espero que algún día alguien lea esto y haga algo parecido sólo porque yo le haya inspirado. Con eso me daría por satisfecho, y todo esto adquiría algún tipo de sentido".

  • Llauset: 6:42 (13/08/2021)
  • Tuca de Mulleres: 10:56
  • Forca Estasen: 12:49
  • Torre de Salenques: 13:23
  • 1º Resalte de Salenques: 13:31
  • 2º Resalte de Salenques: 13:39
  • Margalida: 13:57
  • Tempestades: 14:16
  • Punta de la Brecha Tempestades: 14:28
  • Espalda de Aneto: 14:55
  • Aneto: 15:09
  • Aguja Daviu: 15:17
  • Aguja Escudier: 15:24
  • Punta Oliveras Arenas: 15:54
  • Tuca del collado de Coronas: 16:30
  • Pico de Coronas: 16:39
  • Pico del Medio: 16:56
  • Punta de Astorg: 17:21
  • Maldito: 17:26
  • Gendarme Schmidt-Endell: 17:33
  • Pico Abadías: 18:20
  • Maladeta: 18:40
  • Pico del Collado de la Rimaya: 19:00
  • Cordier: 19:21
  • Bondidier: 19:43
  • Sayó: 20:04
  • Mir: 20:12
  • Punta Delmás: 20:21
  • Muela del Alba: 20:41
  • Diente del Alba: 20:46
  • Pico del Alba: 21:24
  • Gendarme del Alba: 21:42
  • Aguja Haurillón: 1:15
  • Aguja de Cregüeña: 1:50
  • Aguja Juncadella: 2:32
  • Aragüells: 3:15
  • Aguja Franqueville: 7:23
  • Aguja Tchihatcheff: 7:58
  • Aguja Argarot: 8:17
  • Aguja SW Russell: 10:20
  • Punta de la brecha Russell: 11:29
  • Russell: 11:48
  • Antecima Russell: 11:57
  • Aguja Russell Sur: 12:14
  • Punta Russell Oriental: 12:48
  • Ballibierna: 15:48
  • Tuca de Culebres: 15:55
  • Llauset: 18:28 (14/08/2021)

Unax Otegi, finalizando su travesía. Foto: Unax Otegi
Unax Otegi, finalizando su travesía. Foto: Unax Otegi

46 tresmiles, por Unax Otegi

“El 7 y 8 de Agosto de 2016, hace ahora 5 años, encadené junto a Azkarate los 44 tresmiles del sector del Perdiguero. Fue una actividad fuera de lo común, fruto de un intenso trabajo previo que realizamos durante 2 años.

Tras aquella salida nuestra atención empezó a centrarse en la Maladeta, el macizo principal del valle de Benasque. Sentíamos que tras el encadenamiento de los tresmiles del Perdiguero habíamos adquirido mucha experiencia a la hora de plantear y desarrollar proyectos de esta envergadura y queríamos poner a prueba esta experiencia en el macizo más complejo de la cordillera pirenaica.

Entre cresta y cresta, pedrera. Siempre belleza. Foto: Unax Otegi
Entre cresta y cresta, pedrera. Siempre belleza. Foto: Unax Otegi
Sin embargo, desde un inicio fuimos conscientes de que este proyecto estaría uno o varios pasos por encima del Perdiguero, ya que la Maladeta presentaba un terreno de mayor dificultad técnica, riesgo y compromiso.
Aneto-Maladetas. Foto: Unax Otegi
Aneto-Maladetas. Foto: Unax Otegi
Aneto-Maladetas. Foto: Unax Otegi
Aneto-Maladetas. Foto: Unax Otegi
Tampoco teníamos claro cómo abordarlo, ni cómo plantear un borrador inicial sobre el que empezar a trabajar, porque la dispersa y caprichosa distribución de los 46 tresmiles que componen este sector hacía muy complicado el diseño de una ruta que los encadenara todos de forma más o menos sencilla. En muchas ocasiones llegamos a pensar que el proyecto estaba completamente fuera de nuestro alcance y tuvimos la sensación de estar desperdiciando el tiempo.

Cuando empezamos a trabajar sobre el terreno, las primeras salidas de reconocimiento tampoco fueron esperanzadoras. En Julio de 2019, tras una jornada de reconocimiento en el Maldito, decidimos dejar el proyecto de lado y darlo por imposible. Habíamos ido a Benasque a andar en el monte y acabamos pasando los días en la piscina municipal.

Aquella salida marcó un antes y un después en la relación de Gorka con el macizo y pese a que más tarde yo retomé el asunto, nunca he sido capaz de trasmitirle la ilusión y motivación necesarias para abordar el proyecto. Este será un punto de inflexión que marcará el devenir de los acontecimientos futuros ya que desde ese momento empezaré a trabajar prácticamente sólo.

Cresta de Aneto desde Ballibierna, finalizando la travesía. Foto: Unax Otegi
Cresta de Aneto desde Ballibierna, finalizando la travesía. Foto: Unax Otegi
Algo en mi interior me decía que no debía descartar ni abandonar la idea de encadenar todos los tresmiles, que debía seguir intentando encontrar soluciones a los numerosos problemas que planteaba. Así que en Agosto de 2019 di inicio a una serie de salidas de reconocimiento que empezaron a dar sus frutos, y para finales de ese verano ya tenía más o menos claro que merecía la pena seguir intentándolo.

El trabajo de diseño de la actividad ha sido muy largo y complejo, sobre todo en lo referente al diseño de la ruta que ha supuesto el principal escollo. Pero también había que trabajar en otros aspectos complicados de resolver, como la selección del material que emplearía, la hora de salida y el cálculo de horarios, la definición de los tramos que se harían de noche y de día, los puntos de abastecimiento de agua, alimentación, los planes de entrenamiento, etc…

Han sido 3 años de duro trabajo y dedicación casi exclusiva en los que he invertido mucho tiempo (y dinero). He pasado tres veranos en Benasque y he realizado más de 25 salidas de reconocimiento. Como resultado de todo este trabajo, a comienzos de Agosto de este año ya estaba listo para hacer un intento con bastantes probabilidades de éxito.

Aneto-Maladetas. Foto: Unax Otegi
Aneto-Maladetas. Foto: Unax Otegi
El proyecto se resume en el siguiente esquema que muestra la secuencia seguida en el encadenamiento:
Esta secuencia consigue establecer un recorrido circular (algo que a priori parecía imposible en este macizo) y es una ocurrencia genial de Patxi Termenón que pese a nuestras reticencias siempre nos insistió en utilizar el embalse de Llauset como punto de salida.

Con todo listo, a comienzos de Agosto sólo quedaba esperar una ventana de buen tiempo, algo que este verano no ha sido fácil de conseguir. Durante seis semanas (Julio y Agosto), el frio y los flujos de viento moderado han sido constantes en altura y no han dado tregua. A eso hay que añadir una meteorología revuelta, tormentosa e impredecible. En realidad sólo necesitaba dos días de buen tiempo, sin tormentas y con previsibilidad alta, pero esas condiciones no llegaban y los días iban pasando con rapidez. Al final, tras casi 15 días de espera, aparece un pronóstico favorable con una micro-ventana de buen tiempo los días 13 y 14 de Agosto.

El jueves 12 de Agosto me desplazo con Yolanda al embalse de Llauset donde dormiremos en la furgoneta. Y el 13 de Agosto, a las 6:42 de la mañana, justo después de amanecer, me pongo en marcha.

Tengo el presentimiento de que las siguientes 36 horas van a ser las más intensas y fascinantes de mi vida…”

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