Blog

Marc Batard, a por Everest sin O2 a los 70 años por su nueva vía

Escalar el Everest sin empleo de oxígeno suplementario, a los 70 años, y por una vía que evita la cascada del Khumbu. En marcha el reto de Marc Batard.

Marc Batard con Sajid Sadpara y Alan Batard, en la aproximación a Everest. Foto: Alan Batard
Marc Batard con Sajid Sadpara y Alan Batard, en la aproximación a Everest. Foto: Alan Batard
Marc Batard ya se encuentra en Nepal, listo para intentar alcanzar, a los 70 años, la cumbre del monte Everest sin ayuda de oxígeno suplementario. Hasta ahora, la persona de mayor edad que ha escalado el techo del mundo sin O2 es el italiano Abele Blanc, que lo hizo con 55 años en 2010.

No sería la primera vez para el alpinista francés: el 26 de septiembre de 1988 ya llegó a la cumbre en 22 horas y 29 minutos. Ese día se convirtió en la primera persona en escalar el Everest sin O2 suplementario en menos de 24 horas.

Como era de esperar, pretende ascender a través de la nueva ruta que, entre el campo base y el campo 2, él y su equipo abrieron el pasado otoño.

Contará con la ayuda de su hijo Alan Batard y de Pasang Nuru Sherpa y su hijo. Se desconoce si los guías alpinos Lucien Boucansaud, Yorick Vion y Jean-Marc Demoz, que participaron de la apertura en noviembre, les acompañarán de nuevo.

Nueva ruta. Adiós a la Cascada de hielo del Khumbu

La necesidad de buscar esta variante, abierta el pasado otoño, obedeció al alto riesgo que, con el cambio climático, ofrece el caos de hielo de la Cascada del Khumbu. Un riesgo que aumenta cada año y que, además de provocar numerosos accidentes con fallecidos, hasta ha obligado a suspender alguna temporada.

Los derrumbes y colapsos son cada vez mayores, y los trabajadores de altura, que se ven obligados a cruzar en numerosas ocasiones la cascada, incluso a trabajar días dentro de ella en cuanto intentan equiparla, son los más perjudicados, jugándose la vida constantemente y, en ocasiones, perdiéndola.

La nueva vía abierta, que aspira a convertirse en normal, transita a través del espolón rocoso en el que comienza la cara suroeste del Nuptse hasta una cumbre de 5.880m, y desde allí toma una cresta nevada que, tras 400m de desnivel, se encuentra a unos 6.200m con el valle superior que da acceso al campo 2.

Una vez equipada se trata, según ellos, de algo parecido a una ferrata, o a la normal del Cervino. Para poder tomarla habría que modificar el campo base e instalarlo en un lugar llamado Gorashep, a 5.150m.

Abriendo el espoló rocosa la pasada primavera. Foto: FB Jean-Marc Demoz
Abriendo el espoló rocosa la pasada primavera. Foto: FB Jean-Marc Demoz
Bautizaron el pico virgen de 5.880m a mitad de ruta como Sundare Peak, en honor de Sundare Sherpa, con quien Batard compartió su expedición invernal al Dhaulagiri en 1987. También fue quien animó al francés a intentar la escalada del Everest en menos de 24 horas, actividad que completó el 26 de septiembre de 1988.

Marc Batard

El alpinista francés, nacido en 1951 en Aquitania, comenzó su andadura montañera en los Pirineos a la edad de 18 años. Pronto demostró unas cualidades fuera de lo común y, menos de 2 años después de su primera escalada, quedó en el puesto 22 en las pruebas francesas de acceso a aspirante de guía. Se habían presentado 200 experimentados candidatos.

A los 23 años, tan solo 5 después de su primer contacto con la alta montaña, se convirtió en la persona más joven hasta ese momento en escalar un ochomil sin O2 suplementario, alcanzando la cumbre del Gasherbrum II.

Fue la primera de una serie de actividades adelantadas para la época que asombraron al mundo, todas ellas con una característica común: la combinación de rapidez, dificultad y soledad. Escaló el pilar suroeste del Makalu en solitario en 18 horas, el Cho Oyu en 19 y, como hemos dicho, el Everest en 22 horas y 29 minutos. También holló la cima invernal del Dhaulagiri.

Sobre la dureza de su escalada al Everest en menos de 24 horas cabe decir que perdió 8 kilos durante la misma. Algo especialmente significativo si tenemos en cuenta que, debido a su constitución, es un porcentaje muy alto de su peso corporal: mide 167cm, partió del campo base con 54kg y regresó con tan solo 46kg. “Alcancé el límite extremo de mi cuerpo”, afirmó tiempo después.

A los 43 años abandonó el alpinismo de élite para dedicarse a sus hijos y a otras de sus pasiones, entre ellas la pintura. Hasta que decidió volver a las grandes montañas, con el objetivo final de un nuevo Everest sin oxígeno. Comenzó por el Aconcagua, vio truncado su objetivo por la pandemia, continuó con una expedición al Annapurna el pasado año y, 3 décadas después, el techo del mundo le espera esta primavera de 2022.

Deja tu comentario

Sé el primero en comentar este artículo.