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Vídeo: K2, “convertido en una pocilga”. Denuncia de Flor Cuenca

La alpinista peruana Flor Cuenca, que hizo cima el pasado día 28 de julio en el K2, denuncia con un vídeo el lamentable estado de basura en el que dejaron el campo 2 los 145 ascensionistas del día 22.

Campo 2 del K2, 6 días después de la cima masiva del 22 de julio. Foto: Flor Cuenca
Campo 2 del K2, 6 días después de la cima masiva del 22 de julio. Foto: Flor Cuenca
“Siempre que volvemos de la montaña, especialmente si hemos alcanzado la cima, enseñamos muy orgullosos nuestras fotos. Sí, 100 por 100 cima. Pero pregunto: ¿también nos sentimos orgullosos de toda la basura que dejamos atrás? Es una pena que hayamos convertido el K2, como otros ochomiles, en una pocilga.

Se supone que somos montañeros, ¿por qué entonces le hacemos esto a las montañas? ¿No íbamos a ellas en busca del disfrute de la plena naturaleza, de la soledad, de su magia? Podemos hacer alguna excepción, en caso de muy mal tiempo, o si una vida está en peligro, pero no es el caso siempre.

No somos alpinistas: somos simplemente un grupo de locos que escala montañas para satisfacer el ego, usando todos los medios posibles. Porque alguien apasionado por la montaña no le haría esto”.

Son las contundentes palabras de la alpinista peruana Flor Cuenca. Ella hizo cima sin oxígeno y sin porteadores de apoyo el pasado 28 de julio, con una montaña casi vacía tras el caos originado por la caravana que colocó a 145 alpinistas transitando en fila india en la cumbre (desde 1954 hasta el invierno de 2021, tan solo 377 lo habían conseguido).

Lo que vio la ha llevado a denunciar a través de sus redes la situación de la montaña. No solo por medio de sus palabras, sino también de documento gráfico.

Y es que la masificación y comercialización de una montaña como el K2 tiene consecuencias. En realidad, el problema no es tanto la cantidad de gente como el sistema: muchas personas sin la experiencia necesaria, que requieren de una gran y sobredimensionada asistencia por parte de guías, porteadores, oxígeno y sistemas logísticos para su ascensión y que, por supuesto, no pueden ayudar en ningún caso ni a subir ni menos a bajar material y desechos.

Un sistema perverso que, además del perjuicio a la montaña, puede provocar un verdadero desastre en cualquier momento. ¿Es posible imaginar que ocurriría ante un imprevisto a más de 8.000m de altitud, con tal cantidad de personas no preparadas e incapaces de autosuficiencia, personas que necesitan de O2 suplementario desde prácticamente el campo 1, día y noche, en un lugar como el cuello de botella?

Esperemos que no ocurra.

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