
Demostrando el gran momento que está viviendo, ha resuelto la vía tras solo 8 días de trabajo, repartidos entre septiembre, -cuando debió abandonar el lugar- y mitad de octubre -cuando regresó.
El día del encadenamiento las condiciones no eran las mejores. Según comenta ella misma, “realicé un primer intento, en el que caí de bastante arriba, justo antes de salir del techo. Sentí presión extra, porque sabía que llegaba la lluvia. Las condiciones no eran ideales, ¡pero mejores que si las presas estuvieran mojadas!”.
Así que, antes de la borrasca, decidió intentarlo de nuevo: “me sentía concentrada, pero no tan nerviosa como en en mi primer pegue. Muchas cosas podían hacerme caer, pero aún así decidí escalar de forma relajada. Cuando terminaba la segunda clave de la vía, luché y conseguí continuar. Un descanso me dio la energía necesaria para superar el último paso de búlder. Y entonces, encadené :-) Unas horas después, empezaba a llover”.
Sobre el grado de esta vía, la escaladora confirma el 9a+: “El grado es algo relativo. Pero, con respecto a No pain no gain, una presa se rompió en el verano de 2020. Según algunos escaladores muy fuertes, que conocían la vía de antes, el paso clave es más difícil ahora sin ella.
Yo no sé como era antes de romperse, pero ahora me parece un 9a+ muy sólido”.
No es el primer 9a+ para Verhoeven. En 2017 se convirtió en la 2ª mujer en alcanzar este grado, tras Margo Hayes, y además con una primera escalada, Sweet Neuf, en Pierrot, Francia. Después vinieron Ciudad de Dios 9a/+, Joe Mama, 9a+ y Patxitxulo 9a/+.