La verdad es que tenemos ganas de saber qué es lo que les ronda por la cabeza a los hermanos Pou para un futuro, una vez terminado su proyecto “7 paredes, 7 continentes”. Tan sólo sabemos que –según ellos, para entrenar y mejorar técnica en fisura-, van a pasar un mes en Yosemite con vistas a realizar vías en otras latitudes.
De momento, van cayendo las vías, en este caso, entre otras, Astroman, junto a Oriol Baró, que se encuentra por allí.
“Cayó el mito. O quizás caímos nosotros con él. Nuestra tercera temporada en el valle y ya era hora de enfrentarnos a lo evidente: En algún momento teníamos que intentar Astroman. Casi a tiralíneas surca la parte más vertical y desplomada de la Wahington Column. Con su 5.11c (6c+) y sus 400 m aproximadamente, sigue siendo uno de los grandes retos en libre del valle. La primera en libre fue para John Bachar y Ron Kauk, como no, dos de los escaladores que mas vías liberaron en los 70 y los 80.
La primera en ¿¡Solo!? para Peter Croft en 1986. A medida que íbamos haciendo largo tras largo no dejábamos de mirarnos pensando en los solos que se han hecho en esta vía. Definitivamente, si nos ponen una pistola en la sien y nos dicen: Chaval, vas sin cuerda, La Fiesta del Bíceps en Riglos, o, Astroman, en Yosemite. Sin pensarlo dos veces iríamos a la Visera, o mejor aun, responderíamos: ¡Dispara! No pudo ser el a vista…Llegamos tarde al Endurance Corner, le daba el sol, y aquello patinaba como el mármol…Y eso que de este largo y del Harding Slot (temible ofwith de 6b+) se encargaba Iker. El resto nos los repartimos entre Oriol y yo. El Harding Slot fue tan temible como lo contaban. Desplomado y patinoso esta en un largo 7. Según Iker, que lo pasó muy bien reptando como un reptil, el truco residía en el que al ser tan estrecho no podías caerte…De segundo salí yo y de tercero Oriol. Llega un momento que se estrecha tanto que casi no te puedes mover. La piedra de la espalda te oprime y la del pecho hace lo propio. Es el momento en que te encuentras delante de la nariz con los restos de sangre, y te dices: alguien lo ha pasado muy mal aquí. Es el momento también en que Iker te dice que no te pongas nervioso y respires con tranquilidad. Con tranquilidad y acompasando el movimiento porque cuando te ves totalmente encajado, y ni para arriba ni para abajo, decides que cuando coges aire es el momento para encajarte y cuando lo sueltas para aprovechar a reptar.
Oriol lo intenta, pero definitivamente, con sus 1’82 cm. de jugador de baloncesto no entra. Decide salirse fuera y hacer un 5.1?, ha decidido que es mejor que morir de claustrofobia. Por fin salimos los tres. Oriol se desquita mas arriba con algún largo muy bueno. Sus tres semanas en Indian Creek han hecho maravillas y va como un tiro. Iker también se pega uno buenísimo, y llegamos al último. Es otro de los largos mito. Placa vertical de adherencia sin apenas seguros (algún coperhead) y en caso de caída directamente a una repisa. Como no me sabía toda esta película de terror decido ir yo. A mitad de largo, y con la lagrimilla en los ojos, me pregunto una y otra vez porque me he tenido que hacer el valiente, teniendo a Iker en la cordada, no era necesario…Lo sudo y lo lloro, pero llego sin caídas (¡Menos mal!) a la cumbre. Son las 16:30 p.m. 10 horas de escalada, casi 12 horas de actividad cuando volvemos al coche. Seguro que no hemos hecho el record de Astroman pero estamos muy contentos. Nos vamos al Curry Village, nos pegamos una ducha, y nos comemos una pizza con unas cervezas para celebrarlo. Para Iker Coronita, para Oriol y para mi Sierra Nevada, lo mejor del lugar.
Nos levantamos con ganas de día de descanso. Nos despiertan las sirenas de los equipos de emergencia, en este lugar no se puede taladrar porque se molesta a la fauna local, pero no hay problema para estar dándole a la sirena durante dos horas…Hacemos la colada y nos vamos a la base del Capi. Bañito en bolas con el consiguiente revuelo de un grupo de “Boiescauts” que está al lado, y el consiguiente peligro de acabar en pelota esposados en la parte de atrás del coche patrulla por escándalo público. Es otra de las contradicciones en el país con más consumo de porno del mundo. A la noche tenemos una grata sorpresa: ¡Han llegado los argentinos! Nos hemos encontrado una nota en la tienda, lo que quiere decir que han consultado a los rangers, lo que quiere decir que ahora ya saben seguro que somos dos en la tienda North Face amarillo fosfo. ¡Vamos que la hemos cagado!
¡Pero que no se me olvide! El otro día también hicimos unas vías muy guapas en el Cookie Cliff: La Nabisco Wall, tres largos guapísimos de hasta 5.11c (6c+), y varias vías de un largo muy bonitas. La Nabisco Wall es otra de las vías míticas del valle, de aquellas que puso de moda Meyers con su archiconocido libro de los 70, y John Bachar convirtió en mito con su primer solo. Lo mejor de los dos días en el Cookie fue nuestro reencuentro con Steve Schneider, viejo conocido de cuando hicimos El Niño (el hizo la siguiente repetición), con el que también hemos coincidido en Patagonia.”
Fuente: www.pouanaiak.com