Interesante actividad la que reportan la oscense Cecilia Buil y Luis Ángel Rojo, Gorri, en Alaska. Así lo cuenta ella:
“El 18 de Mayo conseguimos abrir una nueva vía en el glaciar de Tokositna de 700 m. y 70º de inclinación en nieve con un corto tramo de mixto, después de varios días de fuertes nevadas que nos obligaron a cambiar de objetivo. Llevábamos ya 18 días en el base, de los cuales solo 6 habían sido de buen tiempo. Las principales dificultades las encontramos en una fina arista de nieve inconsistente y en la llegada a la cima, en donde nos hundíamos hasta la cadera.
Unos días antes, en la anterior ventana, intentamos la cara oeste de Huntington. Escalamos 700 m. de la vía y superamos los largos mas difíciles, mantenidos y con una inclinación máxima de 90º en hielo. Salimos del base a -20ºC, pero conforme iba avanzando el día el sol calentaba la parte de arriba de la montaña.
Las copiosas nevadas de esta temporada nos hicieron desistir a causa de la creciente caída de hielo y el fuerte riesgo de avalanchas de las rampas finales, que con sus 300 m, 50º de inclinación y orientadas al sureste son un terreno propicio para que se den los temidos aludes.
Tras un día de descanso y cuando estábamos dispuestos a realizar otro intento, comenzó a nevar de nuevo. Esta vez fueron 6 días seguidos y nos los pasamos entre nuestro pequeño comedor de hielo y la tienda, viendo como se acumulaba mas de un metro de nieve y las posibilidades de cima se esfumaban. Entonces le dimos la espalda a la montaña y vimos, al otro lado del glaciar una atractiva línea. Al ser más pequeña y mantenida en inclinación no acumulaba tanta nieve y resultaría menos peligrosa. Cuando despejó, esperamos dos días a que se estabilizara la nieve, con las dudas de si hacíamos bien o si llegarían más nevadas tras la espera. Las avalanchas a nuestro alrededor se hicieron constantes. En la seguridad del campo base mirábamos como poco a poco la nieve desaparecía de la roca y varios aludes barrían el corredor del Huntington.
Por fin llego el tercer día tras las nevadas. Dentro de la tienda "solo" hacia -8ºC, temperatura muy alta para estar despejado...Y cuando sacamos la cabeza...¡Esta nevando! ¡Mierda! Decidimos esperar hasta las 7. Parece que despeja un poco, y salimos. La nieve está en buenas condiciones, el sol a veces asoma, otros ratos estamos en medio de la nube, a ratos nieva, pero seguimos. Estamos dispuestos a llegar a la cumbre mientras encontremos buenas condiciones de nieve. Pasamos zonas de nieve profunda, aunque no muchas y justo antes de la cumbre meto la pierna en una grieta, ¡vaya hombre, tengo puntería! Es la segunda vez que lo hago en este glaciar... En la cumbre hay mucha nieve. Nos hundimos hasta la cadera. La nube no nos deja ver el Huntington ni el Denali y comienza a nevar más fuerte. Fotos y para abajo. Tras 13 rapeles llegamos a la rimaya en medio de una tormenta que parece que arrecia ¡Que hostil este sitio! Llegamos al base a tiempo de tomarnos una cerveza que nos ofrecen nuestros vecinos de Wyoming, y llamamos para que nos saquen de aquí. Al día siguiente disfrutamos de una vista inigualable de estos salvajes montes y glaciares y del placer de ¡no tener los pies fríos!"
Cecilia Buil