Durante los 25 días de travesía con esquís en total autonomía y sin depósitos previos, los expedicionarios recorrieron 200 kilómetros de hielo, nieve y roca. Los dos expedicionarios tuvieron que ascender más de 2.000 metros de desnivel con pendientes por encima del 10% y todo ello con trineos cargados con 120 kilos de equipo, combustible y comida.
En la travesía Ingrid y José Manuel atravesaron más de 40 kilómetros de agrietados e inexplorados glaciares, soportaron temperaturas por debajo de los 30 C bajo cero, descendieron una abrupta morrena, vadearon un río descongelado e incluso avanzaron en medio de un extraño fenómeno en las zonas polares: ¡una tormenta de arena!
El Penny icecap es un casquete polar situado en el Círculo Polar Ártico que ocupa una extensión de 6.000 kilómetros cuadrados, aproximadamente la misma superficie que toda la provincia de Tarragona. Un gran territorio donde durante casi un mes los únicos seres humanos que se encontraban allí eran los dos expedicionarios.
A modo de resumen, decir que la expedición abrió una nueva ruta de oeste a este y ascendió todas las cotas más altas de esta gran masa de hielo. También es muy probable que esta travesía sea la más larga de las acometidas a nivel mundial. Por su complejidad logística, dificultad técnica y aislamiento son contadas con los dedos de una mano las expediciones que se han atrevido a atravesar este casquete polar donde un SAR (Búsqueda y Rescate) es muy complicado puesto que los equipos de emergencia están situados a un par de miles de kilómetros más al sur.
Tratando de seguir el espíritu de los antiguos exploradores, Ingrid y José Manuel no dispusieron de imágenes de satélite del casquete polar que les pudiera dar una indicación exacta de las condiciones del terreno y de las grietas, no tuvieron información detallada de expediciones previas y no recibieron ningún parte meteorológico de la zona. Ni siquiera los Inuit que les acercaron al punto de partida conocían dicho lugar.
Y sobre lo que puede encontrarse por aquellas tierras, nos permitimos recomendaros que echéis un vistazo a la indescriptible torre de roca que puede apreciarse en una de las fotos. Realmente sorprendente y bella, y con muchos boletos para convertirse en un mito de la escalada mundial, sino fuera porque se encuentra a más de 2.000 km del primer sitio (mínimamente) civilizado, y con una climatología que no es la más propicia para la escalada.