El pasado día 16 partían de su campo base hacia el campo base avanzado de la ruta normal del Everest, a 6.500m, a través del glaciar Ronbuk oriental. Tras pasar la noche en él, partían hacia el collado norte. Hasta allí la nieve se encontraba en buenas condiciones, ya que había sido pisada por una expedición coreana que se encuentra en la montaña, y dormían con cierta tranquilidad.
La cosa cambió bastante al día siguiente. Mucha nieve, no pisada, y en muy malas condiciones: “nos hundíamos hasta las rodillas, había placas de viento…”. En 3 horas y media alcanzaban los 7.500m, instalando su tienda a esa altura. Y llegó la tormenta: “El viento arreció por el oeste y la nieve se nos colaba por todas partes, tanto en el interior de la tienda como en los laterales, amenazando con romper las varillas. Tuvimos que salir a palear en mitad de la noche.”
Vista la situación, el sábado 19 descendían hasta el collado norte, y tras descansar unas horas, hasta el campo base avanzado, en donde dormían. Y el domingo volvían a su casa, a su campo base, en donde ya tan solo les queda reponerse de los días en altura y esperar una ventana de buen tiempo que les permita realizar su intento al corredor de los japoneses y el corredor Horbeirn: lo que podría ser considerado como la directísima al Everest.