Ante la perspectiva de una pequeña erupción, decidieron ir a Islandia y ascender la montaña para grabar las fumaradas. Pero el tema se les fue de las manos, si tenemos en cuenta que esos hilillos de humo que salían de unas grietecillas han obligado ya a cerrar el tráfico aéreo de todo el norte de Europa hasta Alemania, al convertirse en una bocanada de humo y fuego que alcanza una altura de 20km. Un helicóptero consiguió rescatarles casi de noche gracias a que un giro de viento les protegió.
Ante la perspectiva de una pequeña erupción, decidieron ir a Islandia y ascender la montaña para grabar las fumaradas. Pero el tema se les fue de las manos, si tenemos en cuenta que esos hilillos de humo que salían de unas grietecillas han obligado ya a cerrar el tráfico aéreo de todo el norte de Europa hasta Alemania, al convertirse en una bocanada de humo y fuego que alcanza una altura de 20km. Un helicóptero consiguió rescatarles casi de noche gracias a que un giro de viento les protegió.
No les han extraído de las laderas de un volcán en erupción las Grandes Águilas del Norte con Gandalf a la cabeza, como a Sam y a Frodo, sino un helicóptero del servicio de rescate islandés. El gran explorador polar Ramón de Larramendi, Javier Calleja, Emilio Valdés y el fotógrafo y alpinista madrileño Javier Selva, todos ellos amigos nuestros y viejos conocidos de los lectores de www.barrabes.com, supieron de la posible erupción de un volcán islandés, y emulando a los protagonistas de Viaje al Centro de la Tierra, decidieron volar hacia allí, ascenderlo y ver los síntomas.
El caso es que el viaje comenzó bien. Javier nos envió hace 3 días la preciosa foto que reproducimos, y que muestra a Calleja y Larramendi bajo las luces del norte, una mágica Aurora Boreal. Abandonaron los vehículos y comenzaron la travesía, muy dura, a través de glaciares, muy cargados y con vientos en contra de 100km/h, con visibilidad limitada a 20-30m de distancia, marcando el regreso con waypoints cada 30m. Esta falta de visibilidad les impidió ver la que se les venía encima. Llegaron a un collado enfrente del volcán, con la intención de alcanzar la cima al día siguiente, montaron la tienda, despejó, y de repente vieron como surgía delante suyo una columna de humo de 20 kilómetros de altura escupiendo lava y fuego, en lo que ya puede considerarse uno de los mayores acontecimientos naturales de los últimos 100 años en Europa.
Les salvó un cambio de viento, que liberó su zona de gases y fuego en este primer momento. Llegaba la noche, y un cambio de viento habría sido fatal, así que llamaron al rescate. Les costó convencer a las autoridades danesas de que no era una broma, y que, efectivamente, había 4 españoles intentando ascender al volcán, a menos de 20km del mismo. Arriesgando bastante, el piloto consiguió volar y rescatarles, lo cual fue providencial ya que durante la noche el viento roló los 30º necesarios como para el lugar en el que se encontraban se convirtiera en un infierno.
Siguen incomunicados en una base de helicópteros debido al deshielo de los glaciares del volcán, que ha elevado las aguas y hace imposible la salida, pero están todos bien. Y una vez que esto termina bien, porque tan sólo un día que se hubiera retrasado la erupción les habría pillado en el cono volcánico, y evidentemente a estas horas no estarían para contarlo, suponemos que las imágenes únicas que desde el volcán han conseguido tomar Emilio (con su cámara de vídeo) y Javier (con su cámara de fotos), con toda seguridad van a dar la vuelta al mundo. En un correo que nos enviaron ayer por la tarde con la Blackberry para confirmar que estaban sanos y salvos se mostraban totalmente alucinados, como no puede ser menos ante una erupción así, y además confirmaban que, debido a que están en la base de helicópteros, están por delante de las televisiones, que no pueden acceder hasta allí, y les van a permitir volar hoy con uno para grabar la erupción desde el aire.

Aurora boreal captada por Javier Selva unos días antes de la erupción del volcán

El volcán Eyjafjallajökull