Son pocas las noticias, ya que apenas estuvo unos días en Austria tras su Everest sin oxígeno. Ahora se dirige al K2, con la intención de ascender la segunda montaña más alta del mundo y de ese manera dar por concluidos sus catorce ochomiles. Su idea era, debido al poco tiempo disponible, informar sobre su proyecto durante la marcha de aproximación, pero debido a problemas con las baterías no ha podido comunicar. Así que hay muy poca información respecto a su proyecto.
Sin embargo, ayer consiguió hablar con Austria durante unos breves instantes desde Paju. Lo suficiente para afirmar que todo había ido según lo previsto. Tras el viaje en todoterreno de Skardu a Askole, tanto ellos como los porteadores emprendieron el trekking de aproximación, en el que aún se encuentran. Después de un día de descanso, hoy tienen previsto llegar al glaciar de Baltoro y probablemente alcanzar el campo base del K2 en unos 4 días. Desde allí enviará información más detallada sobre sus planes.
El mal tiempo azota el Karakorum, algo habitual, por cierto, y mantiene a los expedicionarios en los campos base ejercitando la noble virtud de la paciencia. El BAT Basque Team estaba ya en la última fase de su aclimatación, y el domingo a las 6 de la mañana, apoyados en un parte de buen tiempo para 2 días, partían con el objetivo de pasar dos noches en altura. Durmieron a 6300m, pero por la mañana el mal tiempo se les adelantó y les impidió cumplir con el plan previsto, que pasaba por el ascenso a 7000m para dormir a esa altura. Así que paciencia y de vuelta al campo base. Como dice Ánder Izagirre, “el montañismo es un gran ejercicio de paciencia, una actividad en la que no es posible doblegar los tiempos ni pretender ninguna inmediatez: a 5000m hay que saber esperar y aburrirse.”
Blog de Ánder Izagirre: http://basqueteam.com/broad_peak/blog.php