Ambos tenían previsto seguir la ruta Cessen, pero creemos que dentro de ella cada uno ha escogido de forma diferente; el porqué de esta creencia es fácilmente comprensible leyendo el resto de la noticia.
Trey Cook llamó anoche al campo base para confirmar que Fredrik Ericsson y él se encontraban sobre los 7.800m más o menos, a punto de alcanzar el campo IV, pero que habían avanzado mucho más lento de lo previsto desde el campo 3 a 7.100m, en donde habían pasado la noche. Trey, exhausto y con voz muy fatigada. afirmó que se encontraron conque el viento había barrido la nieve en las zonas rocosas entre ambos campos, dejando una fina capa inestable de hielo y nieve a la escocesa muy técnica que les ralentizó y agotó, obligándoles a un esfuerzo técnico, físico y psicológico muy alto. Llegados a ese punto cercano a la extenuación, no tenían horas suficientes para recuperar e intentar hoy un ataque a cima, que en el caso del K2 y por seguridad hay que comenzar a las 10pm; eran las 8pm cuando se realizaba la llamada, y en dos horas poco podían reponerse.
Algo similar les ha ocurrido a Gerlinde Kaltenbrunner y Ralf Djumovits; el sobresfuerzo realizado ayer debido a las condiciones encontradas les retrasó y les hizo alcanzar de noche la zona en donde pensaban vivaquear a 7.800m, sin tiempo para descansar (recordemos que tanto ellos como Fredrik y Trey van en alpino y portaban las tiendas ya que no tienen instalado campamento). Han llamado al campo base para anunciar que iniciaban hoy por la mañana el descenso.
Sin embargo, y curiosamente ya que en un principio van por la misma ruta, Gerlinde afirma que lo que a ellos les ha ralentizado ha sido el exceso de nieve que les ha hecho trabajar muy duro para avanzar. No olvidemos que una montaña como el K2, en una ruta como la Cessen, y ascendiendo en alpino, permite múltiples pequeñas variantes, según se prefiera evitar la roca por los corredores o no, etc. De hecho, la última comunicación de Gerlinde desde el campo base decía que la suerte estaba con ellos, y que un par de días antes de comenzar el ataque una gran avalancha había barrido la Cessen, dejándola más segura de lo habitual y muy poco cargada.
De momento no se conoce si, debido a lo tardío de la fecha, éste ha sido el último intento a cima, o bien esperarán a que mejoren las condiciones para ascender de nuevo.
Fredrik Ericsson y Trey Cook han tenido unos cuantos inconvenientes que han superado con solvencia. En una de las incursiones hasta el campo 3 hace un par de semanas Trey congeló en los dedos de las manos, y pensó que con ello finalizaba su participación en la expedición. Pero se repuso. Mientras tanto, Fredrik hizo otra incursión en solitario hasta el campo 3 a 7.100m, y lo que es más importante: ya había descifrado el camino a través de las mayores dificultades de la pared y había esquiado por todas ellas. La única que le quedaba por descender era, evidentemente, el cuello de botella, a 8.300m; un lugar por el que sólo se transita el día del ataque a cima.