Según afirma Dan Mazur a explorersweb.com, los dos japoneses intentaban la ascensión por la cara norte y se quedaron atascados. No podían bajar debido a que la nieve estaba muy blanda y no podían continuar subiendo debido al viento y a la gran cantidad de grietas y de setas de nieve que había.
Llamaron al helicóptero de rescate. Éste evacuó a uno de los alpinistas hasta Chukkung. Cuando volaba de vuelta para rescatar al segundo de ellos se estrelló. Era un B2 Euro nuevo y preparado para trabajar en altura. Los alpinistas se encontraban por encima de 6500m. Hasta la aparición de estos modelos habría sido impensable volar hasta tan alto, pero como ya se demostró durante el rescate del Annapurna, una cosa es volar, y otra maniobrar para un rescate. En la entrevista que realizamos a la doctora Nerín sobre lo acontecido en los aciagos días de la agonía de Tolo Calafat en el Annapurna ya lo afirmó claramente: “un rescate así a 7000m no se había hecho nunca, y puede que no vuelva a poder realizarse. Que le quede claro a todo el mundo.”
Fishtail Air es apoyado por Air Zermatt. María Antonia Nerín nos narró cómo en el vuelo de reconocimiento con Jorge Egocheaga, el piloto Sabin Barnet, ahora tristemente desaparecido, entregó los mandos al de Air Zermatt, más experimentado, que fue el que culminó la evacuación. Purna Awale era el ingeniero del helicóptero.
Se desconoce la suerte del otro alpinista japonés, pero según Mazur parece que continúa en el vivac con algo de batería en el teléfono.
Descansen en paz.
