La vía de los Bolts de Maestri al Cerro Torre es una de las más polémicas de la historia de la escalada. Si no la más. Lo cual no es de extrañar, si tenemos en cuenta la que armó Cesare Maestri allí, y los motivos por los que la armó. No vamos a volver sobre ellos; sólo decir que si su primera ascensión por la imposible cara norte hoy en día es puesta en duda de forma casi general, su 2ª ascensión, (la ruta que nos ocupa), realizada para demostrar la 1ª ante el escepticismo reinante, hoy en día es considerada como un desastre de forma más general si cabe.
Esto es algo que pertenecería a la historia (aunque una historia bien presente, en forma de 400 parabolts que permanecen en la montaña), si no fuera porque de vez en cuando parece que hay quien reaviva estos fuegos, colaborando en la consecución del récord de parabolts por metro cuadrado en ambiente alpino del mundo. El austriaco David Lama la lió hace 2 años cuando fue a grabar un intento de ascensión en libre, con un equipo patrocinado por Red Bull que llenó la parte baja de la montaña de cuerdas fijas y colocó 30 paraboles en las pocas zonas en las que Maestri había dejado limpias por considerar innecesario su uso. La mayoría de ellos se pusieron en lugares en los que no hacía ninguna falta, junto a fisuras perfectas para la colocación de empotradores y friends, como muestran las fotos de Rolando Garibotti que podéis ver en su totalidad en el blog de Colin Haley.
Posteriormente, Red Bull contrató a unos guías argentinos (Horacio Graton, Simón Brun y Juan Raselli) para que limpiaran las cuerdas fijas y los restos abandonados, cosa que consiguieron en parte; finalmente, tuvieron que dejar algunas cuerdas y dos petates en la pared. Confirmaron que la historia se repetía: se había usado un taladro de gasolina para el equipamiento.
Después, en sucesivas ascensiones, Rolando Garibotti, Doerte Pietron y Colin Haley eliminaron unos 30 de estos bolts, quedando aún alguno en la pared.
Ahora David Lama y el equipo de rodaje han vuelto a el Chalten. Y según informa Colin Haley en su blog, hay noticias buenas y malas:
Las buenas son que afirman que no van a colocar cuerdas fijas en la ruta, (lo que arruinaría la escalada de aquellos que coincidan con ellos en el tiempo), que no van a colocar parabolts en la ruta establecida, y que eliminarán los 5-7 parabolts que quedan de su anterior intento. Su logística consistirá en un equipo de dos guías de montaña y un camarógrafo abriendo, seguidos por David Lama y su compañero intentando liberar la vía.
¿Las malas, para Colin Haley? David Lama va a portar un equipo para colocar bolts con él. Pequeño, manual. Según Colin Haley, esto es razonable, ya que puede que tenga que variar la ruta para liberar la pared de cima por alguna debilidad del muro en el que haya un momento en el que tenga que colocar parabolts, quiera o no quiera, como haría cualquier otro escalador que pasara por ahí.
Pero Haley también afirma, tras hablar con David Lama, que la intención de uso dista bastante de lo que este afirmaba en una entrevista hace poco: “En los días de la vieja escuela del alpinismo lo importante era conseguir la cima, no cómo se consiguiera. Para llegar a cima se usaban escaleras. Daniel y yo pretendemos hacerlo sin ningún tipo de ayuda.”
Al parecer, la idea de Lama no es ascender por una nueva línea de la pared que le permita el ascenso en libre, colocando los bolts necesarios según va escalando, soportándose con ganchos o algún sistema similar. El espíritu es un tanto más "deportivo" que todo eso: pretende ascender por la “escalera” de la ruta del compresor, para posteriormente rapelar y equipar como si estuviera en una escuela de deportiva, colocando los seguros necesarios para su ascenso.
“Cuando me enteré de que la expedición de Lama había abandonado sus planes de colocación de cuerdas fijas en la ruta del compresor me alegré, incluso me sentí excitado por el proyecto. Tristemente, esta excitación desapareció cuando conocí sus planes de adecuar el Torre a su nivel, rapelando primero y equipando como en una vía de deportiva, porque habría deseado que todos los escaladores del mundo pudieran ver la diferencia entre el Cerro Torre y una escuela de deportiva. Y esto no tiene que ver con las diferencias entre los escaladores de América y Europa. La ética es quizás más fuerte en Europa que en Norteamérica, con muchas zonas de escalada que sólo permiten aperturas desde abajo (como en el Ratikon, en la cara sur de la Marmolada).
Así que, aparentemente, ésta es la tan esperada valentía y visión de los escaladores de gimnasio que iban a demostrar sus habilidades en la montaña”
Tan sólo queremos recordar que en 2007 los americanos Zack Smith y Josh Wharton decidieron intentar la vía obviando esta “escalera” y ascender como si la ruta no hubiera sido tocada, sin utilizar ninguno de estos anclajes artificiales. En artificial o en libre, pero nunca usando los bolts. Y casi lo consiguieron: llegaron hasta el muro final, de 125 metros, sin tocar ninguno. Pero allí el viento era demasiado fuerte como para intentarlo.
Salvaron los 90 metros de la travesía de Maestri con un largo de A2 y dos en libre de 6b+R (R: con tramos de hielo delgado y escasos), una variante ya empleada por Ermanno Salvaterra (quien sembró más que fundadas dudas acerca de la veracidad de la ascensión de Maestri hasta la cima); los 70 metros de “escalera de bolts” que llevan hasta la pared cimera los superaron por una chimenea de hielo, algo probablemente no escalado anteriormente. Muchos otros bolts fueron salvados bien usando pequeñas variantes, bien empleando anclajes extraíbles en lugar de los fijos.
Finalmente, llegaron a la pared cimera. El tiempo, que había sido bastante malo durante toda la subida, empeoró mucho. Smith intentó completar el primer largo, pero el viento era tan fuerte que arrancaba las cuerdas y los ganchos y demás de la pared, literalmente volaban. Así que optaron por terminar estos 125 metros por lo que ellos denominan “la escalera”.
Wharton afirmó que creía que, excepto los últimos 30 metros, todo el resto podría ser escalado sin bolts, siempre y cuando el tiempo respetara a los que lo intentaran, combinando la escalada libre con la artificial, zigzagueando a ambos lados de las líneas clavadas. Y que de esa manera, una ruta que tiene más de 400 anclajes fijos, podría ser realizada con menos de 20.
Fuentes: http://collinhaley.blogspot.com, archivo Barrabés