La primera parte de la expedición ya ha concluido. Atrás quedan los preparativos y la marcha de aproximación. En invierno no es fácil, pero aunque el frío ha sido intenso, y les ha nevado en ocasiones, no ha habido exceso de elemento blanco, por lo que en cierta manera ha sido plácida. Tuvieron problemas para alcanzar Askole, por alguna rotura de puentes, pero los problemas han sido los normales para la estación en la que se encuentran.
El sábado llegaron al campo base. Ayer domingo lo dedicaron a preparar todo el campamento y dejarlo en condiciones. También les sirve como aclimatación; son sus primeros momentos a más de 5.000m de altura.
Por delante tienen dos meses hasta que acabe el invierno. Otras expediciones se les han adelantado, pero hay que tener en cuenta que las circunstancias son diferentes: el K2 es el pico que es, y requiere tanto por mayor desnivel como por su dificultad mucho tiempo de trabajo; y el Nanga Parbat tiene el campo base a muy baja altura, hasta el punto que tras sus incursiones y trabajos, Simone Moro y Denis Urubko tan solo han alcanzado los 5.500m, altura similar a la que se encuentran Txikón y sus compañeros.
