Hicieron escala en Ottawa, en donde pudieron realizar las últimas compras, y después se embarcaron en un vuelo de 7 horas de vuelo hasta Iqualit- capital de la isla-. De allí ya, último etapa hasta Clyde River: “Aeropuerto sin asfaltar, terminal de pasajeros diminuta, y un paisaje nevado con los grandes fiordos helados. El pueblo esta compuesto por un puñado de casas prefabricadas de diferentes colores. Del asfalto no se sabe nada, de los arboles tampoco. Los Inuit son gente simpática pero muy introvertida. Aunque muchas veces la comunicación no resulta fácil, poco a poco, nos estamos haciendo entender.”
Nada más llegar se pusieron manos a la obra. No pueden perder tiempo, o se arriesgan a que el fiordo empiece a deshelar y no puedan acceder a Perfection Valley. “Hansjörg Auer y yo (Eneko) partimos ayer camino de Perfection Valley, para estudiar las diferentes posibilidades. Hicimos un primer intento de entrar a nuestro objetivo desde la entrada al valle que más cercana nos quedaba del fiordo pero no pudimos ante la imposibilidad de atravesar el río con la moto de nieve. Volvimos al fiordo y seguimos por él hasta llegar a la entrada del valle mas distante. 6h en moto de nieve desde Clyde River con mucho frío y condiciones invernales, o por lo menos, lo que en Europa entendemos por esto.
Dejamos a Jacob (nuestro guía Inuit) en el fiordo y tras pegar dos tiros con el rifle para probarlo (la primera vez que usábamos un arma), a las 12 de la noche, nos encaminamos a explorar Perfection Valley. 6h después estábamos de vuelta tras constatar que la logística de esta expedición va a ser realmente difícil, ya que nuestros 1.000 kg de carga nos obligaran a instalar el Base al lado del fiordo, y portear desde allí hasta la base de las paredes, hundiéndonos en la nieve hasta la cintura, y teniendo que atravesar innumerables ríos, en los que el agua entra por encima de las botas...”
Ahora están ya listos para partir con un objetivo claro: abrir alguna nueva ruta en los Big Walls de Perfection valley. Recordemos que, una vez que entren allí, y el fiordo deshiele, no podrán regresar hasta que 2 meses después los barcos puedan navegar para ir a buscarles. “Hemos hecho expediciones duras y salvajes, pero quizás ésta, por el nivel de incertidumbre, compromiso y aventura, sólo sería comparable a la que en 2007 nos llevo a escalar un pico virgen en la Antártida, aquel Zerua Peak, que cerró de la mejor manera que nos habríamos imaginado el proyecto 7 Paredes 7 Continentes.”
