El atleta de Salomon se prepara para realizar a finales julio la Alta Ruta Chamonix-Zermatt:: 115 kilómetros, 12 glaciares, un desnivel acumulado de 9.000 metros y una altura que alcanza los 3.724 metros. Quiere hacerlo en solitario, non-stop y autosuficiencia. Como hace un año, cuando coronó el Aneto (3.404m), Posets (3.371m) y Monte Perdido (3.355 m) en un recorrido de 125 kilómetros con 7.000 metros de desnivel positivo en 16h53.25.
Aprovechando el reto deportivo y la espectacularidad de los paisajes, el programa de TVE ‘Al Filo de lo imposible’ realizará un documental.
“La idea es establecer una nueva marca corriendo non-stop en el menor tiempo posible, en solitario y en total autosuficiencia”, explica el atleta de Salomon que la próxima semana tiene previsto desplazarse a Chamonix para reconocer el terreno. “Las marcas, los récords…todo esto queda en un segundo plano si bien para la gente quizás es lo que queda. Pero personalmente busco vivir unas vivencias y sentir la montaña en toda su dimensión, haciendo algo que realmente me apasiona que es correr por el monte”.
La alta ruta se efectuó por primera vez andando en 1861 por miembros del británico Alpine Club y pronto se hizo popular como itinerario de esquí de montaña. Karrera tiene previsto desplazarse la próxima semana a Chamonix y si la meteorología no lo impide, los días 17,18 y 19 saldría a hacer la ruta, en tres etapas, para reconocerla. Después tiene previsto realizar entrenamientos en Chamonix y entre el 23-29 de julio, en cuanto se abra una ventana de buen tiempo de al menos dos días, realizaría el intento.
Iker Karrera: “Este tipo de retos me permite romper con la rutina de las carreras"
“El por qué de esto reto se explica en las emociones que me transmite esta ruta, ya desde el momento que lo imagino, que pienso en ella, que lo planifico. Son emociones mucho más intensas si lo comparamos con lo que una carrera por montaña puede llegar a transmitir. Este tipo de retos me permite romper con la ‘rutina’ de las carreras, pruebas estas que se realizan con casi todos los elementos bajo control, con la ruta señalizada, con puntos de avituallamiento, con asistencia externa...Más o menos es como montar un caballo domado”, explica Karrera, que apela al romanticismo de la montaña: “Encontrarme yo con la montaña, en toda su dimensión, con todas sus fuerzas. Es, por que no decirlo, una forma de volver a sentir las fuerzas de la montaña en su plenitud, volver a tener el sentimiento y la conciencia de que puedes llegar a ser superado, aplastado por ellas. Ese punto de incertidumbre, de sentimiento de pequeñez, de sumo respeto, que en las carreras no se llega a sentir”.
Para Iker la Alta Ruta Chamonix-Zermatt “reúne muchos elementos que la hacen especialmente atractiva. Diría que tiene un imán especial, por la historia, por la espectacularidad de paisaje, por el riesgo que supone recorrerla, que nada más te pones a pensar en ella, aumenta el nivel de excitación mental. Esta ruta, por las exigencias y sobre todo por el nivel de compromiso que supone, en el momento de realizarla me exigirá un nivel de concentración extra y todos los sentidos deberán de estar al cien por cien. Se puede decir que este tipo de retos me hacen estar más vivo que nunca y más consciente de mi y del entorno”.
Perfil y palmarés
Nacido en Amezketa, dentro del Parque Natural de Aralar, en las faldas del monte Txindoki, Iker Karrera comenzó participando en carreras de asfalto pero pronto vio que lo suyo era la montaña. Integrante de la selección vasca de carreras por montaña, en los últimos años se ha centrado en los ultra trails donde comenzó firmando resultados tan destacados como un tercer puesto en Ultra trail Serra de Montsant (2009), victorias en el 2010 en la Costa Brava Xtrem Running, Carros de Foc y Ultra Trail de Rialp. Todo ello sin olvidar su tercer puesto en la Cavalls del Vent. El 2011 dio un paso al frente logrando una emotiva victoria en la Transvulcania, con récord incluido de la prueba, ex aequo con Miguel Heras después de que ambos corrieron juntos los 80 kilómetros de la prueba y cruzaron la meta cogidos de la mano. También en el 2011 su nombre figuró en el palmarés de las grandes pruebas como el TNF Ultra Trail del Mont Blanc, segundo en su debut, todo ello sin olvidar la consecución de desafíos como el récord que firmó tras coronar las tres grandes cimas del Pirineo non stop en 16h53.25 o lo que es lo mismo, coronar el Aneto y sus 3.404 metros, el Posets (3.371m) y el Monte Perdido (3.355 m) en un recorrido de 125 kilómetros con sus 7.000 metros de desnivel positivo.
En el 2012 está logrando resultados extraordinarios: a victoria por participación. Se estrenó ganando en el Trail des Citadelles y desde entonces ha encadenado triunfo en la TNF Filipinas, la Hiru Haundiak y la TNF Lavaredo Ultra Trail.