El pasado verano llegaron las primeras imágenes y noticias de la vía que había equipado el checo en la cueva de Flatanger, y que ya había solucionado hasta casi su mitad hasta que tuvo que abandonar. Este otoño ha regresado, y ayer día 4 por fin consiguió el encadenamiento. Una escalada con una crucial zona de búlder al principio, y de una resistencia mantenida e incluso aumentada a lo largo de la vía hasta el final.
Hasta ahora Adam Ondra había puesto el punto rojo a 5 vías hasta 9b. Así que esta sería la más difícil que jamás haya encadenado. Lo que podría hacernos pensar que estamos ante la escalada deportiva más dura del mundo, o entre las dos o tres más duras. Un punto de inflexión en la carrera del escalador de 19 años. Quizás por eso le ha llamado Change.
Según ha declarado a Planetmountain, “la vía tiene 55m de largo, y está dividida en 2 secciones. El primer largo es de 20 metros, de los cuales los primeros 12 son verdaderamente intensos porque contienen la zona de búlder realmente crucial, de 6 movimientos, 8b+ de bloque. Escalar esto y seguir hasta el final de la primera sección sería 9a+/9b.” (son los movimientos que pueden verse en el video del pasado verano que recuperamos y que ilustra la noticia.)
Sobre el grado, aunque en verano afirmó que quizás fuera un 9b, ahora, una vez escalada, piensa que se trata de un 9b+. Como suele suceder, será algo que tendrán que confirmar los repetidores. Que, llegados a ese nivel, no son muchos en todo el planeta.