El video que nos envía Jorge Mayoral, de Llanos del Hospital, en Benasque, es un buen ejemplo del clima ártico que ayer se vivió en numerosos puntos del Pirineo. Las nevadas se suceden una tras otra en la cordillera desde hace un mes, y la que descargó entre el sábado y la madrugada del domingo añadió a la ya existente otra buena nueva capa que superó el medio metro en numerosos lugares.
Cuando por la mañana despejó, un viento huracanado hizo acto de presencia durante unas pocas horas, convirtiendo a la cordillera en un punto del Ártico, con un clima tanto en temperaturas como en cuanto a intensidad del aire propio del Gran Norte.
Este nuevo temporal ha traído algunas secuelas. Un alud cayó cerca de la estación de esquí de Astún, alcanzando una torre eléctrica, que fue destruida por el peso y la fuerza de la nieve. La estación quedó sin luz, y hoy permanece cerrada. Se espera reanudar el suministro eléctrico en breve con grupos generadores, mientras en unos días se sustituye la torre.
Numerosas carreteras fueron afectadas. En Benasque, la A-139 a Llanos fue testigo del nuevo protocolo para estos casos, tras los problemas anteriores: “Carretera A139 Benasque-Hospital de Benasque. Evacuación a las 3:30. 67 clientes. Control total de la Guardia Civil. Carreteras ha abierto una vía de evacuación en la A139. El Ayuntamiento de Benasque ha abierto el camino desde la A139 hasta el Hospital. El Hospital de Benasque ha colaborado con sus medios. Manifiesto mi satisfacción por el buen hacer de todos. Protocolo de apertura, prudente, rápido y eficaz. Modélico.”, informaban desde Llanos. Unas horas después, a las 5 de la tarde, la carretera quedaba abierta.
Hoy la situación ha mejorado mucho. Le costó entrar al invierno, pero una vez que llegó, lo ha hecho con especial fuerza, para deleite de los amantes de la nieve y el frío.