Según cuenta el checo a Planetmountain, los primeros intentos estuvieron marcados por la alta humedad que humedecía las presas claves por condensación. Ondra se encontraba muy fuerte, tras solventar Purgatory at Hell, un 9a en la zona de Trondheim, al segundo intento. Tuvo que esperar a un día de fuerte viento para que las condiciones fueran las adecuadas “es muy difícil escalar una vía tan dura con malas condiciones, porque no hay margen de error”.
Tras conseguir la escalada, afirma que es muy importante porque le permite probar nuevos proyectos más duros, sobre el 9b+ “o más”. Cuenta a Planetmountain que “uno de ellos tiene 60m, de los cuales 40 son de 9b seguidos por un explosivo 9a de bloque. Todo junto es algo sobre el 9b+, y no estoy seguro de poder conseguirlo.”