
La integrante del equipo, Montserrat Subirana, junto con el director del equipo, Ferrán Martínez, invirtieron 14h horas y media para completar una larguísima travesía recorriendo las crestas del Forcau-Espadas-Posets-Bardamina-Batisielles-Mincholet, tras una auténtica media maratón de montaña de más de 20 kilómetros y alrededor de 3.000 metros de desnivel. Por el camino coronan 18 cumbres, 11 de las cuales superan los 3.000 metros, en una jornada donde unas fisuras muy difíciles en la poco conocida arista noroeste de la tuca Mincholet estuvieron a punto de poner punto y final a la aventura a pocos metros de la cima.
“Nos gustaría que este encadenamiento sirviera para inspirar, despertar el interés y rescatar del olvido estas montañas que tenemos al lado de casa, en los Pirineos, y que se ven injustamente ignoradas por no llegar a los 3.000 metros. La arista del Forcau es un claro ejemplo de ello. Se trata de una ascensión muy bonita, afilada, aérea y de dificultades asequibles, que injustamente ha caído en el olvido. Una arista que en sí misma merece una visita o que se presenta como una lógica e interesante ascensión para coronar el Posets "con las manos", encadenándola con la Cresta de Espadas. La arista noroeste de la Tuca de Mincholet es otro ejemplo de arista muy estética, más corta pero también más difícil, con unas vistas espectaculares hacia las dos vertientes.”, afirman desde el equipo.

“La idea surgió en la primera promoción del GFTAC, en 2011. Con motivo del proyecto final del grupo donde el viaje al extranjero era demasiado costoso y donde se planteó como alternativa el encadenamiento invernal de las aristas del Posets. Un objetivo perfecto, desafiante y al lado de casa.”
Un largo camino para un objetivo al lado de casa
En aquella primera ocasión el mal tiempo y el alto peligro de aludes obligó cambiar de objetivo y olvidar el proyecto.
En la segunda promoción del GFTAC, se rescató la idea. En esta ocasión se reserva todo el invierno para asegurar una ventana de buen tiempo. A principios de octubre de 2012 Irene Artuñedo y Ferrán Martínez realizan un primer acercamiento a la arista del Forcau, de la que apenas existe información. En una tarde logran escalar el filo de la arista hasta la cumbre del Forcau Bajo, encontrando condiciones invernales, pero pocas dificultades en roca, con un solo paso de V+. Una vez en la cima intentan bajar hacia el collado que separa las cimas del Forcau Bajo y del Forcau Alto, pero con una sola cuerda de 30 metros la tarea resulta imposible. Hay que montar rápeles con cuerdas de 50 o 60 metros para salvar los cerca de 100 metros de corte vertical que separan el Forcau Bajo del collado.

El invierno no da tregua y unas inusuales nevadas acompañadas por un sistemático mal tiempo instaurado en fin de semana no permitió ni un solo intento hasta mediados de abril, cuando Diana Calabuig y Ferran Martínez realizan el segundo acercamiento, resolviendo los rápeles y llegando a la cumbre del Forcau Alto.

La Superintegral del Posets
En la tercera promoción del GFTAC se planteó de nuevo el objetivo. En esta ocasión, sin embargo, las primeras incursiones tuvieron lugar en verano. El día 3 de julio el equipo formado por Anna Bonet, Mireia Bonjoch, Diana Calabuig, Fiona Pujol, Montse Subirana y el mismo Ferrán Martínez lograron completar el encadenamiento de las crestas de Forcau y Espadas, coronando el Posets y consiguieron ganar el collado de la Paul, punto desde donde continuaron la ascensión completando la cresta de Bardamina en una dura y larguísima jornada de 17 horas y media de refugio a refugio. La nieve complicó la ascensión y los numerosos cambios de crampones les hicieron perder mucho tiempo.
Finalmente, el 31 de agosto, sin nieve y con un tiempo excelente, María Isabel Pozo y Ariadna Sans repiteron la integral Forcau-Espadas-Posets-Bardamina en 15 horas y media, mientras que Montse y Ferrán dieron un paso más y completaron todas las aristas del Posets que rodean los valles de Llardaneta y Ibones: la Superintegral del Posets.

