
“Por su longitud y ángulo es una de las más espectaculares vías que he escalado en el valle y aunque nos ha llevado mucho trabajo, ha merecido la pena”, afirma Manu Córdova sobre la vía. “Ha sido la única vía, (por el momento) que nos ha obligado a ir a dormir a la pared, para estar frescos y abrir con ambiente el final. Son unos cuantos largos de séptimo grado y uno de octavo que falta por encadenar... Alguna travesía "entretenida" y unos cuantos largos bastante duros para llegar a la cima de la vía.”

Han necesitado 3 ataques durante un año, con un vivac en uno de ellos, para terminar de abrir la vía, que se caracteriza por su extraplomo general y por un gran techo de 25m que han cotado como 8a+, aunque ese largo queda por encadenar; pretenden hacerlo en fechas próximas. “Son unos cuantos largos de séptimo grado y uno de octavo que falta por encadenar... Alguna travesía "entretenida" y unos cuantos largos bastante duros para llegar a la cima de la vía. Casi todos los largos tienen nombre (por algo será) ...no pueden dejarte indiferentes.”
La vía tiene buena roca, pero como no podía ser menos en Ordesa, “tiene algún largo de prestar atención, expuesto”. También quieren destacar que es casi imposible retirarse una vez superado el largo 7. A pesar del extraplomo que muestra la vía, las reuniones son en repisa.
Gradúan como ABO (Extremadamente difícil y peligrosa, escalada alpina), 8a+, 7a obligado.
Recomiendan un juego de friends hasta el 3, repetidos hasta el 1, además de un estribo por si acaso.






