
Las gravedad de las lesiones de Dunaj y Michal Obrycki, con roturas de huesos y contusiones múltiples, y la escasez de analgésicos tan necesarios en un caso asÃ, obligan a un pronto tratamiento. Sin embargo, son ya dos los dÃas en los que el helicóptero no puede volar debido al mal tiempo. Y en el Karakorum invernal, es difÃcil saber por cuánto se puede alargar la situación.
Asà que, según informan sus compañeros en facebook, parece ser que con la inestimable ayuda de los habitantes del pueblo más cercano que ya participaron en el rescate en la montaña, cuando fueron bajados durante 12 largas horas desde los 5.000m de altura al campo base, están siendo descendidos en camilla a Tarashing, última localidad a la que se puede acceder con vehÃculo 4x4. Jacek Teller les acompaña, Tomasz Mackiewicz permanece en el base coordinando las comunicaciones.
La idea es llegar hoy hasta Tarashing, en donde esperan los vehÃculos, de manera que inmediatamente puedan ser trasladados hasta el hospital de Gilgit o de Skardu. Esperan que hoy por la noche puedan estar hospitalizados ya.
Avalancha
A simple vista puede parecer que la mejor manera de intentar la cima invernal del Nanga Parbat, o cualquier otra cumbre del Karakorum, es esperar a que las horas de luz crezcan y el tiempo se suavice con la inminente llegada de la primavera.
Pero si bien es verdad que la temperatura y el viento se suavizan, y se dejan de alcanzar los terrorÃficos valores de hasta -60ºC más viento que los meteorólogos han llegado a calcular en altura durante el pasado mes, la contrapartida está en que durante el mes de marzo, coincidiendo con el cambio de estación y la mayor temperatura, aumentan las precipitaciones de nieve, los aludes empiezan a ser difÃciles de gestionar, y la montaña exige un gran esfuerzo de reapertura.
El riesgo de avalanchas fue una de las razones que el equipo formado por Simone Moro, David Göttler y Emilio Previtali expuso para anunciar el fin de su expedición.
El equipo polaco decidió quedarse, y en un último intento, el pasado sábado Pawel Dunaj y Michal Obrycki fueron alcanzados a unos 5.000m de altura por una avalancha que los arrastró durante 400m. Pudieron avisar al campo base, y Tomasz Mackiewicz y Jacek Teler subieron en su busca. Ayudados por 12 pastores del pueblo cercano consiguieron llegar con ellos al campo base a las 4 de la mañana.
Pawel Dunaj tiene al menos un brazo y costillas rotas. Michal Obrycki tiene rota la nariz y dañada una pierna con posible rotura. Ambos tienen múltiples contusiones.