
Con la atención mediática de medio mundo en ellos (la escalada ha trascendido sobradamente el ámbito de la montaña), Tommy Caldwell y Kevin Jorgeson siguen su avance para intentar poner el punto rojo a Dawn Wall, su proyecto de vÃa de pared más difÃcil del mundo. Desde que el pasado dÃa 27 de diciembre -tras 8 años de trabajo...- abandonaban la tierra horizontal y se internaban en el Capitan, Yosemite, para escalar la ruta de 900m, 30 largos y 9a, la lucha está siendo épica. Pretenden ser ambos los que consigan poner el punto rojo, asà que al llegar los largos de 9a a mitad de vÃa su ritmo está siendo diferente.
Caldwell encadenó los largos conflictivos la semana pasada, y ya ha subido hasta el largo 20. Pero el largo 15, 9a, le costó una semana y 11 intentos a Jorgeson. Se esperaba que esto fuera un hándicap, ya que el largo clave es el 16, una inverosÃmil travesÃa de izquierdas en microregletas, y era su siguiente desafÃo. Sin embargo, ayer consiguió el encadenamiento, y ya se dispone a unirse a Caldwell en Wino Tower.
Desde aquà hasta cima la dificultad disminuye. Eso teniendo en cuenta que hablamos de octavos grados, con lo que esto supone después de tantos dÃas y en invierno. Pero lo más difÃcil está hecho.
Hay que recordar que hablamos de una vÃa de 900m, 30 largos, ninguno por debajo del 7b, 7 de ellos entre el 8a y el 8a+, otros 7 entre el 8b y el 8b+, 2 de 9a, y además con numerosas protecciones alpinas.