Vídeo: Michaela Kiersch encadena Era Vella, 9a, Margalef
Una productiva visita de 1 mes de Michaela Kiersch a Margalef culmina con su segundo 9a+, Víctima Perfecta, y con la escalada de Era Vella, 9a. Aquí está el vídeo de la 2ª.
El preocupante estado de salud de Ali Sadpara ha obligado a los alpinistas a regresar urgentemente al campo base, tras un tenso descenso.
Desde el campo base, Igone Mariezkurrena.
Parece
que,
finalmente,
el
desenlace,
aunque
no
feliz,
tampoco
va
a
ser
fatal;
pero
las
cosas
se
han
puesto
francamente
feas
en
la
vertiente
Diamir
del
Nanga
Parbat:
Esta
mañana,
Alex
Txikon,
Daniele
Nardi
y
Ali
‘Sadpara’
han
abandonado
de
manera
precipitada
el
C4
(7.200m)
ante
los
evidentes
y
graves
síntomas
de
mal
de
altura
que
mostraba
el
paquistaní.
A
estas
horas
descansan
ya
en
el
CB.
A
pesar
de
que
Ali
arrastra
todavía
un
intenso
dolor
de
cabeza,
mareos
y
alguna
incoherencia
al
hablar,
la
situación
está,
afortunadamente,
bajo
control.
07:30
y
media
de
la
mañana,
Alex
Txikon
vía
walkie
desde
el
C4
(7.200m):
“Esperamos
a
que
las
nubes
se
abran
un
poco
y
nos
pegue
el
sol,
y
en
hora
y
media
salimos”.
De
nuevo
a
las
08:00
de
la
mañana:
¿Qué
tiempo
nos
espera
para
el
descenso?
Al
otro
lado
del
walkie,
esta
pregunta
resultaba
redundante
y
hacía
intuir
que
algo
no
iba
del
todo
bien.
Sabían
de
sobra,
porque
lo
habíamos
comentado
varias
veces
a
lo
largo
del
día
anterior,
que
la
jornada
venía
apacible.
En
efecto,
a
las
08:30
saltaban
todas
las
alarmas.
Otra
vez
Txikon
al
otro
lado:
“Tenemos
problemas,
tenemos
que
bajar
a
Ali
de
aquí
cuanto
antes,
que
pierda
altura.
No
vocaliza,
dice
cosas
sin
sentido
y
no
es
capaz
de
coordinar
su
cuerpo;
es
muy
mala
señal”.
Cargado
con
comida,
medicinas
y
una
tienda,
Muhammad
Kan
partía
del
CB
inmediatamente
hacia
arriba,
hacia
el
C2
(6.700m),
hasta
donde
Txikon
y
Nardi
pretendían
poder
llegar
con
Ali.
A
7.200
metros
de
altura,
recogían
lo
que
podían
en
sus
mochilas
y
se
apresuraban
a
emprender
el
descenso.
“Es
capaz
de
caminar
por
sí
solo,
pero
muy
torpe
y
lentamente”.
El
último
tramo
entre
el
C3
(6.700m)
y
el
C4
(7.200m)
ha
resultado
especialmente
delicado:
“Son
unos
largos
que
dejamos
sin
equipar
a
la
subida,
y
ahora
se
han
vuelto
muy
peligrosos,
Ali
viene
resbalón
tras
resbalón”.
Desde
luego,
todos
respirábamos
más
tranquilos
cuando
llegaban
a
las
cuerdas
fijas,
aunque
aún
tendrían
que
descender
la
pala
de
hielo
vivo
por
encima
del
Muro
y
el
propio
Muro
Kinshoffer,
terrenos
que
precisan
máxima
concentración.
Sin
embargo,
a
eso
de
las
14:00
de
la
tarde,
Txikon
volvía
a
contactar
con
CB
para
confirmar
que
los
tres
habían
llegado
ya
al
C2
(6.700m)
y
que,
aunque
aún
afectado,
veían
a
Ali
bastante
más
entero.
“Ha
hablado
con
Muhammad
Kan
vía
radio
y
se
ha
puesto
a
llorar,
lo
cuál
nos
hace
pensar
que
es
consciente
de
su
situación;
eso
es
bueno”.
Tras
descansar
un
rato
en
el
C2,
lo
han
visto
capaz
de
hacer
un
último
esfuerzo
hasta
el
C1,
de
modo
que
se
han
adentrado
en
el
corredor
donde
se
han
cruzado
con
Muhammad
Kan.
Los
cuatro
juntos,
han
llegado
al
C1
a
las
17:00
más
o
menos.
Desde
allí,
ya
menos
tenso,
Alex
Txikon
nos
ha
dado
algún
detalle
más
de
lo
sucedido:
“Sí
que
lo
vimos
muy
cansado
ayer,
pero
realmente
nos
hemos
dado
cuenta
de
lo
que
ocurría
cuando
a
la
mañana,
antes
de
partir,
hemos
visto
que
se
estaba
poniendo
la
manopla
a
modo
de
calcetín
y
viceversa.
Le
hemos
preguntado
por
su
edad
y
por
sus
hijos,
y
la
respuesta
ha
sido
totalmente
incongruente.
También
le
había
oído
hacer
ruidos
raros
a
la
noche,
pero
no
los
asocié
con
nada
de
esto”.
Lo
que
ahora
Txikon
y
Nardi,
(y
todos
en
el
CB),
se
preguntan
es
por
qué
Ali
‘Sadpara’
no
los
alertó
antes
de
su
estado,
de
que
no
se
sentía
bien,
puesto
que
ellos
ahora
sí
comprenden
e
interpretan
que
el
“extraño”
comportamiento
del
escalador
paquistaní
ayer,
a
escasas
horas
de
la
cumbre,
fue
un
primer
síntoma
de
lo
que
se
avecinaba.
“Depositamos
en
él
toda
nuestra
confianza
para
el
ataque
a
cumbre
porque
la
ha
hollado
en
dos
ocasiones.
Pero
anduvo
desorientado,
como
asustado,
hasta
que
repentinamente
nos
dijo
que
nos
habíamos
equivocado
de
ruta
y
que
no
quedaba
otro
remedio
más
que
volver
al
C4”.
Este
es
un
extremo
que,
desde
luego,
deberán
hablar
cuando
las
cosas
vuelvan
a
su
cauce,
porque
de
momento
ninguno
de
los
tres
entiende
muy
bien
qué
es
lo
que
sucedió,
ni
siquiera
por
qué
se
dieron
la
vuelta
estando
tan
cerca.
Probablemente
el
cansancio
extremo
no
les
dejó
pensar
con
claridad.
Por
otro
lado,
al
hablarle
de
las
críticas
vertidas
a
cuenta
de
la
supuesta
cota
8.000,
Alex
Txikon
ha
respondido,
aunque
evidentemente
sin
muchas
ganas
de
hablar
sobre
ello
ahora,
que
fue
una
estimación
y
comentario
informal
sin
contrastar
que
hicieron
vía
radio
en
aquel
momento
pero
que,
efectivamente,
es
más
que
probable
que
se
quedaran
por
debajo.
“Cuando
veamos
las
fotos
haremos
podremos
hacer
una
estimación
seria,
pero
ahora
no
es
momento
para
eso”,
a
lo
que,
desde
aquí,
la
autora
de
las
imágenes
suma
y
matiza
que
la
foto
difundida
no
refleja
el
punto
más
alto
alcanzado
ayer.
Por
el
momento,
lo
más
importante
es
que
la
salud
de
Ali
vaya
mejorando
como
ya
lo
viene
haciendo
y
que
pronto
se
recupere
del
todo.
“Porque
el
buen
tiempo
nos
ha
permitido
descender
y
porque
es
un
tío
fuerte
como
él
sólo...".
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