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Paco Acedo: a través del Lago Baikal congelado en solitario, con la pulka; buceando bajo el hielo

"El lago Baikal ha sido un punto de inflexión en mi inquietud y motivación por explorar las regiones polares y sus inexplorados fondos marinos". Recibimos de nuevo noticias del buceador ártico cordobés Paco Acedo; durante el mes de marzo cruzó en solitario el Lago Baikal con su pulka, deteniéndose a bucear bajo el hielo en algunos puntos.

Paco Acedo
Paco Acedo, buscando el camino en el roto hielo del Baikal

El buceador extremo especialista en las regiones árticas y antárticas Paco Acedo, de Córdoba, ha vuelto de una de sus expediciones en regiones árticas y nos envía la crónica de su travesía siberiana a través del Lago Baikal helado, cargando con los 100kg de peso de su equipo en dos pulkas, y deteniéndose a bucear bajo el hielo en algunos puntos.

Paco Acedo

Recordemos que Paco está entrenando para el proyecto SUBPOLAR 90º, que pretende alcanzar buceando el Polo Norte Geográfico. En el año 2010 llevó a cabo en solitario la primera “Vuelta al Mundo Submarina” recorriendo 90.000 Km y buceando en los rincones más remotos e inexplorados del planeta. En 2011-12 llevó a cabo la expedición “Testigos del Deshielo”, la cual le llevó a recorrer buceando Siberia, Groenlandia y Svalbard, realizando un estudio medioambiental avalado por la Universidad de Córdoba sobre el calentamiento global y su impacto en los últimos pobladores del ártico.

Además en su historial deportivo también consta como el primer expedicionario que ha conseguido bucear bajo los hielos de la población más al norte del planeta, Siorapaluk, en la región de Thule (Groenlandia), dentro de su proyecto “Buceo en el fin del Mundo”, o la gran actividad que realizó junto Jesús Noriega el pasado año, cuando cruzaron el Mar Báltico esquiando y buceando bajo el hielo, y cuya crónica publicamos en nuestra web:

http://www.barrabes.com/actualidad/noticias/2-8886/crossing-the-ice-paco-acedo.html

http://www.pacoacedo.es
http://www.oceanocordoba.com
http://www.subpolar90.es

PACO ACEDO- Expedición de buceo en solitario al lago Baikal (Siberia)
Marzo 2015


La expedición en solitario al lago Baikal ha sido todo un logro personal. Una gran aventura con grandes inmersiones bajo el hielo y con momentos muy tensos y bastante miedo en muchas ocasiones.

El hielo del lago Baikal estaba en muy malas condiciones y ya el primer día, poco concentrado y medio adormecido, ¡¡caí al agua al no ver una zona de hielo fino en los primeros 50m!!. Por suerte reaccioné instintivamente y pude salir rápido sin que el agua llegase a entrar en las botas o a calar el pantalón.

Imaginad después del susto el ánimo con el que comencé la travesía desde el minuto uno…

No había prácticamente nieve sobre el lago y continuamente patinaba sobre un hielo vivo que me acompañaría intermitentemente hasta el norte del lago. La única opción era usar unos crampones elásticos que afortunadamente llevaba por si me encontraba con esta situación.

El primer día fue terrible. Era mi primer intento de arrastrar los 100kg de material que llevaba, sumado con un viento totalmente en contra que me frenaba en seco. La temperatura era de -28ºC y la sensación térmica podría alcanzar los -40ºC. No pude evitar picos elevados de estrés, tensión y ansiedad durante los tres primeros días, rompiendo a llorar a diario.

Paco Acedo

Paco Acedo

La primera gran batalla fue sin duda mental. Mi cabeza me bombardeaba con cientos de mensajes. ¿Pero qué haces aquí?, ¿por qué haces esto?, ¿merece la pena arriesgarse?, vas a caer al agua, te arriesgas demasiado…No podía pararlo, y día tras día simplemente fue bajando el volumen de esa maldita voz en mi cabeza hasta que desapareció.

Sin duda el no conocer el hielo sobre el que andaba era lo más preocupante. En cada paso sentía que podía caer al agua y al ser un hielo tan cristalino en ocasiones dejaba ver el fondo incluso hasta los 20m de profundidad. El plan era hacer cada día 25km en 8-10 horas, pero ansioso por salir de zonas de hielo fino llegué a completar ocasionalmente los 25 Km en 4:45 horas.

Paco Acedo

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Al tercer día según avanzaba comencé a ver canales de aguas abiertas. La sensación de comprobar, cuando estás solo y tan lejos de la costa, que donde debía haber hielo hay agua, y que las placas son cada vez más finas e inseguras, puede llegar a ser terrorífica. Afortunadamente un hoovercraft del servicio de emergencia y rescate apareció de manera inesperada a varios kilómetros de mi posición y vinieron en mi auxilio, llevándome a un lugar seguro desde el donde proseguir mi ruta hacia el norte un poco más cerca de la costa y lejos del peligroso centro del lago.

Paco Acedo

Las primeras noches en el hielo fueron bastante incómodas. El hielo se fracturaba produciendo un estremecedor sonido que podía escucharse a kilómetros de distancia.

Paco Acedo

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Al cabo de unos días la bolsa con todo el equipo necesario para bucear bajo el hielo se cayó del pulka y el material se perdió. Afortunadamente tras volver a caminar 15 kilometros sobre mis propios pasos tuve suerte y la encontré.

Los días de buceo bajo el hielo y las coordenadas para llevarlo a cabo habían sido acordados previamente. Durante la expedición y en diferentes puntos del lago mis contactos rusos me ayudarona romper el hielo que podría tener hasta 1m de espesor.

Paco Acedo

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Lamentablemente no pude llegar al extremo norte del lago. Las temperaturas este año eran muy inestables, pasando en pocos días de -34ºC a -10ºC rápidamente, fracturando el hielo y apareciendo grietas de muchos kilómetros de anchura, imposibles de cruzar. Las autoridades me advirtieron de que ya habían muerto 5 personas de pequeñas poblaciones cercanas por caer al agua helada. Durante este año el hielo era demasiado fino en el norte y era demasiado arriesgado. Después de varios intentos y de encontrarme continuamente aguas abiertas y hielo muy fino decidí finalizar la expedición más al sur.

Paco Acedo

Personalmente estoy muy contento, y aunque arrastraré ciertas lesiones un tiempo, (sufrí congelaciones, perdí la sensibilidad de un dedo del pie), y las altas temperaturas y el cambio climático no me dejaron alcanzar el norte, creo que ha sido todo un éxito, completando el reto personal de explorar y cruzar el lago por primera vez en solitario esquiando y buceando bajo el hielo en varios puntos de la ruta.

Paco Acedo

Esta aventura tenía un objetivo mucho más allá de atravesar un lago o completar un "reto deportivo". Un objetivo personal para encontrar respuestas personales a cuestiones personales. Sólo 2 días necesité para encontrar la gran mayoría de esas respuestas. El resto fue una lucha diaria por intentar crear un único equipo entre el cuerpo y la mente, por domar un ego que quedó totalmente expuesto sobre el hielo ante la pregunte de "¿por qué?". Dos semanas solo en el hielo son suficientes para que como si de un “Tetris” se tratase caigan las piezas y todas las prioridades se pongan en el sitio que les corresponde…mientras el hielo sigue siendo tan solo eso, hielo.

En este punto, tengo la certeza de que el lago Baikal ha sido un punto de inflexión en mi inquietud y motivación por explorar las regiones polares y sus inexplorados fondos marinos.

Paco Acedo

Sin duda correr pensando en la meta sin disfrutar del camino es absurdo si es el ego el que nos motiva. Buscar la medalla o la palmadita en la espalda es lo más estúpido que puede motivar el llevar a cabo una expedición así, en la que te la juegas DE VERDAD. Pese a ello, es el ego el que mueve a la gran mayoría de "deportistas" que afrontan retos parecidos. "Ser el primero en…", "ser el más…" , "demostrar que…". Pero yo soy un “aventurero” más, por lo que escuché muy alto mi ego en Baikal. Estaba escondido tras el hielo y me lo encontré de frente. Hablamos largo y tendido. No lo expulsé del equipo, pues es parte de cada uno de nosotros y hacerlo desaparecer es algo imposible, pero le expuse mis condiciones…y sin opción aceptó.

Ahora es momento de volver a la aventura diaria, a enfrentarse a los miedos más complejos, los de cada día, e intentar cruzar este otro lago a veces también helado. Una aventura donde uno no lleva ni mapa ni GPS, sólo una brújula que a veces no funciona demasiado bien...


Paco Acedo

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