
En la primera mitad de la década de los 60 del pasado siglo, la cordada Ursi Abajo-Jesús Ibarzo fue la punta de lanza de la escalada de dificultad en España, tras la desaparición en 1963 de sus compañeros Rabadá y Navarro en la Norte del Eiger. Sus logros los situaron en la vanguardia, no sólo nacional, si no también internacional, especialmente en paÃses como Francia, Italia, Suiza y Alemania, como puede comprobarse en los numerosos artÃculos publicados en los principales periódicos de estos paÃses, o a la concesión de la Medalla de Plata al mérito deportivo.
En 1965 abrieron una gran vÃa por el centro del Mallo Pisón, en Riglos, vanguardista para su época, y que sigue siendo un referente hoy en dÃa tanto por su lógica y estética como por su dificultad. Fue la primera que surcó el centro del Mallo Pisón, rompiendo con un mito y abriendo la mente a muchos otros escaladores que fueron surgiendo con posterioridad.

El sueño Ibarzo era repetir la escalada para su 50 aniversario, pero su muerte el 2 de julio de 2013, mientras escalaba junto a Ursi la vÃa Pany-Haus en Riglos, lo ha impedido. Ambos fueron cordada durante 50 años, desde su juventud más temprana hasta el fallecimiento de Ibarzo.

Pero eso no impedirá celebrar el próximo 17 de octubre una reunión de antiguos escaladores y un pequeño acto de amigos y familiares, con motivo del 50 aniversario de la apertura de una de las vÃas que marcaron el desarrollo de la escalada de dificultad en nuestro paÃs.
Gracias a la colaboración de IberCaja, con su Fundación Bancaria y de marcas como Boreal o GoPro, se ha podido organizar un dÃa de escalada y una mañana divertida y emotiva para que todos los más cercanos a estos dos magnÃficos escaladores puedan revivir, una vez más, la tensión y la conquista que supuso la apertura de esta magnifica ruta, después de 92 horas ininterrumpidas en la pared.