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Nanga Parbat invernal: re-comienza la acción

Se esperaba una ventana de buen tiempo, y los 4 alpinistas partieron hacia el campo 1. Pero un verdadero huracán les hizo regresar.

Alex Txikon
Huracán en el Nanga Parbat

Fuente: Igone Mariezkurrena, desde el campo base del Nanga Parbat

Se había anunciado una ventana de buen tiempo en el Nanga Parbat, tras tantos días, 2 semanas, sin poder subir a altura, trabajando en las zonas bajas de la montaña. Como nos contó la semana pasada Alex Txikon en la entrevista que le hicimos a través del teléfono satelital, la baja cota a la que se encuentra el campo base del ochomil pakistaní obligaba a tomar la sensata decisión de realizar una nueva incursión al menos hasta el campo 3, para terminar de preparar la montaña para el asalto final y recuperar el punto de aclimatación perdido.

“El programa era prudente y consistía en abrir huella hasta el comienzo del couloir y después volver al C1 (4.800m) donde pasarían la noche para al día siguiente –es decir, hoy– seguir avanzando hasta el C2. Pero según terminaron de poner la tienda en condiciones, los nubarrones que llevaban amenazando toda la mañana se cerraron aún más y se levantó un viento francamente fuerte y desagradable que imposibilitaba trabajar mucho más arriba.

Alex Txikon
El viento desde el campo base

Esperaron un tiempo, hasta que la llamada de Lunger a su hombre del tiempo –Karl Gabl– vino a confirmar la peor de las sospechas: un nuevo giro de meteo –inesperado– iba a traer nubes y viento para dos días. De modo que la idea de pasar noche en el C1 había dejado de tener sentido porque el día de hoy ya no iba a ser practicable. Así que hacia las 17:00 de la tarde llegaron de nuevo al Campo Base.”

Y tal y como anunció Karl Gabl, la jornada de ayer no fue mejor. Pero decidieron aprovecharla: Alex Txikon, Zia (asistente de cocina), el agente de policia Muhammad Nabi, e Igone Mariezkurrena, periodista responsable de comunicación que acompaña a Alex en sus últimas expediciones, partieron hacia abajo, hacia la aldea Cutgali, situada a 3800m, a unas 2 horas del campo base.

“Cargamos a las espaldas y sobre los trineos basuras acumuladas y bombonas de gas vacías. Se trata sobre todo de mantenerse activos y, de paso, adelantar algo de trabajo de cara al término de la expedición.

Alex Txikon
La aldea de Cutgali

Las familias que habitan el valle de Diamir pasan los meses de Junio y Julio en sus casas de Cutgali. El lugar es ciertamente maravilloso cubierto por la nieve, y debe ser aún más hermoso al calor del verano, cuando los riachuelos traen agua fresca, cuando las flores lo cubren todo y el ganado tiene pasto a su antojo.

Alex Txikon

Tras depositar las bolsas de residuos y las bombonas de gas vacías en la casa perteneciente a la familia de Zia, hemos encendido un pequeño fuego para secarnos el sudor antes de emprender la vuelta hacia el CB (4.200m).“

Alex Txikon

Un lugar sin duda muy duro, una aldea más allá de la superviviencia invernal. Pero indudablemente, un lugar de una belleza extraordinaria, entre la desolación y el calor del hogar.

Alex Txikon
Al calor del hogar en Cutgali

Estamos a la espera de nuevas noticias, pero es probable que hoy Alex Txikon, Ali Sadpara, Tamara Lunger y Simone Moro hayan partido de nuevo a intentar una nueva incursión en altura.

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