1ª invernal a Wetterbockwand, 8c, 10 largos

Del 17 al 19 de marzo, el escalador alemán Fabian Buhl consiguió escalar por primera vez en solitario y en invierno Wetterbockwand, la vía alpina de 10 largos qué escaló por primera vez Alex Huber en 2013, y que se encargó de liberar él mismo, con dificultades de hasta 8c.

El alemán era conocido principalmente por sus escaladas en bloque, consiguiendo hasta 8C grado Fontainebleau, pero tras partirse ambos tobillos en una caída desde un bloque alto, se pasó a la cuerda, especialmente alpina, y ya ha repetido vías de largos como Silbergeir (8c) o Nirwana (8c+). Y finalmente, tras prepararse, se decidió por esta escalada invernal.

Fue ayudado por el propio Huber y Lukas Binder, en las cuestiones logísticas. Finalmente, del 17 al 19 de marzo, escaló la vía. Al terminar cada jornada, descendía por la cuerda fija que iba dejando detrás suya y dormía a pie de pared. No consiguió colocar el punto rojo, porque no pudo escalar de tirón la vía, pero sí que liberó cada largo por separado.

“El 21 de marzo terminaba el invierno, y justo antes, del 17 al 19, tuve la suerte de que por fin llegó la ansiada ventana de buen tiempo. Había dedicado mucho tiempo y había hecho muchos sacrificios para prepararme para este proyecto invernal, algo que no había hecho nunca antes. Fue un nuevo desafío, que parecía imposible al principio”. Son las palabras de Bulh, quien afirma que el propio Huber dudaba de que pudiera escalarse la vía en invierno, porque las fisuras iban a estar heladas, pero que, aun siendo escéptico, le apoyó desde un principio.

“Junto a Huber y Lukas comencé a explorar la aproximación y a acarrear material a pie de pared. No sólo la escalada es difícil; la pronunciada pendiente nivosa de aproximación lleva unas 4 horas por una zona muy propensa a avalanchas. Buena parte puede realizarse con esquís, pero los últimos 350m verticales del corredor suponen una interesante mezcla de escalada y nieve profunda.

“En esta clase de caliza es difícil encontrar lugares para descansar o el artificial, así que la única opción, prácticamente, es la escalada en libre. Me levantaba con el máximo frío a las 4:30am y escalaba hasta que se hacía de noche. Estaba concentrado el 100 por 100 del tiempo, y me sentía confiado. Nunca me cuestioné ninguna decisión que tomé, y no me sentía cansado. Fue cuando, de vuelta, llegué al camino seguro de regreso al coche, que la adrenalina me abandonó, y me vi asaltado por una increíble fatiga.

Nunca había pensado que tendría que llegar tan profundo para poder alcanzar la cima de esta increíble ruta en invierno. Ahora me siento increíblemente feliz de haberlo conseguido y haber vuelto sano y salvo.

Quiero dar las gracias por su apoyo incondicional a Adidas Outdoor, Petzl, La Sportiva, SKINourishment y Totem Cams.".