Un año más, Mick Fowler reporta una gran actividad en el Himalaya hindú, en esta ocasión con Victor Saunders, que se coloca entre las más interesantes del año.
En el año 1987, Mick Fowler y Victor Saunders escalaban el Golden Pillar al Spantik, convirtiéndose en una de las cordadas alpinas más fuertes del nuevo himalayismo.
Pero la montaña llevó a cada uno por su camino, y han tenido que pasar casi 30 años para que ambos se reunieron de nuevo bajo las montañas más altas del planeta, para realizar otra gran actividad, en la línea a la que nos tiene año tras año acostumbrados Fowler, y que indefectiblemente le colocan en 1ª línea de los Piolets d’Or; (ha ganado 3 de estos prestigiosos galardones).
“Desde 1987 hemos llevado diferentes vidas”, afirma Fowler. “Victor Saunders como guía de montaña en Chamonix, y yo como Inspector de Hacienda en Nottingham”. Hay que recordar que las impresionantes escaladas que Fowler realiza en el Himalaya tienen lugar durante las merecidas vacaciones anuales que disfruta como leal trabajador del fisco británico.
Paul Ramsdem decidió este año formar cordada con Nick Bullock para intentar un sietemil virgen; objetivo que consiguieron, como informamos hace apenas un mes, con la apertura de una gran ruta en el Nyainqentangla Sureste, 7046, Tíbet, 1600m ED+.
El resultado también ha sido exitoso.
“Este año decidimos que era el momento de experimentar juntos de nuevo los placeres de la escalada en caras norte del Himalaya. Gracias a Martin Moran, acabamos eligiendo la espectacular cara norte del Sersank”
Decidido el objetivo, ambos comenzaron con los preparativos. Vieron que la aproximación más sencilla sería a través del difícil y apenas usado Sersank La, collado a 5.000m, descendiendo por el lado remoto hasta el pie de la pared. “La nieve polvo que cubría las rocas convirtió la aproximación en extenuante, pero finalmente, el 28 de septiembre, Victor y yo estábamos bajo la pared.”
Comenzaron la escalada “con fuertes nevadas sobre roca helada, condiciones comprometidas. Durante dos días apartábamos la nieve y metro a metro ganábamos terreno por la inquietante roca negra bajo la nieve”. A los dos días, las condiciones mejoraron, pero para entonces ya quedaba claro que el cuerpo de Victor no digería la comida deshidratada que portaban. “El vivac 3 en la pared estuvo acompañado de incómodas coladas de nieve spray, una tienda colgada de forma precaria, y una urgencia nocturna para Victor que quiso solucionar de forma rápida sin éxito, quitándose las 5 capas de ropa que llevaba puestas...problemas menores para un hombre de la estatura de Victor.”
La clave de la pared se la encontraron el cuarto día, con “hielo blanco fantástico, varios largos muy cercanos a nuestro límite. Acabamos el día colgados en dos repisas diferentes, con Victor realmente más colgado de una cerda que sujeto por la repisa de hielo…inconvenientes menores en el gran juego de una experiencia himaláyica."
El 5º día, a las 6:30pm, Mick Fowler rompió la cornisa de la arista, pasando a la cara sur. Un frío vivac más en otros dos estrechas repisas de hielo, y superaron los 150m del bloque cimera, nunca antes escalados, hasta alcanzar la cumbre.
Comenzó el descenso por el complejo sistema de glaciares de las caras sur y oeste. “Dos días después, tras rapelar interminables cascadas de hielo y destrepar tramos de roca suelta inquietantemente vertical, nos reuníamos de nuevo con nuestro cocinero, que nos obsequió con té y galletas.”
“Esta escalada ha reunido todos los ingredientes que necesitamos: una zona interesante, gran compañía, una pared inescalada, una cima inescalada, una línea lógica, visible desde lejos, que lleva directo a cima, compromiso, desafío, con una ruta diferente y estética para el descenso.
Todo esto dio a dos veteranos como nosotros tanto placer que ya estamos pensando en los planes para el año que viene.”
Información cortesía de Berghaus, patrocinador de Mick Fowler.
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