Nueva vía para Martín Elías, Unai Mendia y Albert Salvado en el 3º muro de Gavarnie

Una gran ruta en un itinerario largamente buscado. 5+, M6, 7b/7c, 240 metros. Abierta en dos intentos, el 6-7 de febrero y el fin de semana del 11 del mismo mes. Como dice Martín Elías, “es la vía soñada del Circo; desde que vivo al otro lado del Pirineo oigo contar las historias de los grandes pirineistas que intentaron escalar esa vía; algunos años después, y tras varios golpes de suerte, damos con el itinerario”

Una vía cuyo trayecto ha sido buscado durante años. Finalmente, Martín Elías, Unai Mendia y Albert Salvado lo encuentran, creando una gran ruta en la que hay que compaginar ineludiblemente los pinchos y los gatos. 240m, ABO-,RS4. Segundo largo muy expuesto. 1 juego de friends, 1 de microfriends, algunos fisureros, 8 clavos variados y 12 tornillos (5 de ellos cortos), son su recomendación para los repetidores. El grado queda por confirmar. Les quedó por recorrer los últimos 20 metros hasta salir por arriba, pero como dice Martín Elías, “ahí quedan para que otros los terminen”:

“Es la vía soñada del Circo, desde que vivo en este lado del Pirineo en el bar de Gedre al calor del fuego y de las cervezas oía las historias de los grandes pireneistas contando la vez que intentaron escalar esa vía, ahora algunos años después y tras varios golpes de suerte somos nosotros los que damos con el itinerario, repito no deja de ser un golpe de suerte. La vía la realizamos en dos intentos, un primero el fin de semana del 6 y 7 de febrero donde escalamos los dos primeros largos, un largo en travesía que nos deja en un segundo largo con un comienzo en roca muy mala, pero bien protegido, y a medida que la roca se mejora van desapareciendo las protecciones, lo que deja una parte del largo muy expuesto si no se pitona, y una llegada a la reunión bastante picante. Al pie del desplome comenzamos una discusión que durará toda una semana. Las opciones son dos, ir a la derecha o subir recto; a la derecha menos estético pero más lógico y al recto más estético pero más difícil. La duda se resolverá en el último momento.

Tras una semana y alrededor de 35 correos electrónicos quedamos el viernes 11 de febrero a las 5.34 de la mañana en el parquing de Gavarnie. Albert viene de Reus con Diana, Unai de Pamplona, y yo de Pau, salimos con el material preparado y con unas ganas terribles de saber lo que nos depara la continuación de la vía.

Escalamos rápido el primer y segundo muro, ya que durante la semana había dos cordadas en Alois, y llegamos al pie del tercer muro con la huella bien hecha. Para nuestra sorpresa hay unos amigos en la primera reunión de Alois, Xavier y Eric con un compañero, son los CRS de Gavarnie, esto siempre ayuda, y sin ninguna vergüenza les pedimos que nos fijen una cuerda, así que subimos el primer largo de Alois con su ayuda, de nuevo gracias, ellos no entendían nada y en la reunión les explicamos que nuestro objetivo es la plancha de la derecha.


Asustados por el estado del cordino de Alois lo retiramos para evitar accidentes, las últimas cordadas nos dan su aprobación, ya que era lamentable a todos los niveles, tanto éticos como estéticos.

De ahí con una travesía a la derecha llegamos a la reunión donde habíamos dejado el trabajo hace una semana. De nuevo empieza la discusión y las grandes mentiras del pirineismo, todos los argumentos eran válidos para que cada uno apoyase su moción, y al final nos decidimos por el camino más corto, la línea recta, este largo le toca a Unai y una vez que se pone los pies de gato (que serán imprescindibles para una repetición, asi como una isoterma elevada) en su cara se dibuja una sonrisa, y enseguida se lanza a por el desplome, “es todo canto chavales”, nos dice emocionado, pero hay que saber que el muchacho tiene una noción muy diferente de lo que es el canto de la que tenemos Albert y yo, pero bueno parece que se escala con facilidad, al menos él.


Llega a la reunión al anochecer y nos dice que los largos de hielo son fáciles, así que fija la cuerda y remontamos ya de noche al pie de la fina capa de hielo.

Creo que si hubiese sido yo quien hubiese tenido que juzgar el estado del primer largo de hielo hubiera dicho que es inescalable, que lo dejamos para otro año, pero el carácter de Unai me anima para empezar el largo, una fisura nos deja al pie del hielo fino y tras unos metros de hielo delicado puedo poner dos tornillos ecualizados y me lanzo en una plancha de hielo megafino en medio de la oscuridad total. Siempre he tenido miedo a los fantasmas y allí arriba más todavía.

Les pido a mis compañeros una parada por estrés y monto reunión a 35m. Gracias al sabio consejo de Albert que me ha recomendado llevar el cordino auxiliar puedo poner dos chapas, sino hubiera sido fracaso total.


El siguiente largo parece más asequible, una pequeña columna y el hielo se hace más espeso, recorro otros 35m y vuelo a montar, miro hacia arriba en medio de la noche y según mis cálculos estoy a 5 metros de la cumbre, monto reunión y miro el reloj, son la 1:00 de la madrugada, que le den por culo ya terminarán otros la vía, y de ahí nos bajamos, no sin los problemas habituales de los rápeles: Unai se duerme en una reunión, nos perdemos, se lían las cuerdas y todas esas cosas que hacen que sea todo tan agradable y tan bonito en el alpinismo nocturno.

Al final a las 5.30 de la mañana y tras 24h de escalada llegamos al coche bastante cansados. Diana nos recibe con un té caliente y nos pregunta que por qué madrugamos tanto.

Es al día siguiente que vemos con los prismáticos que nos quedan 20m para terminar la vía, pero que le den... así se queda, el próximo que vaya que la termine... y sobre todo que recuerde que el segundo largo es muy, muy expuesto, que empiece a pitonar en cuanto pueda.”


Martín Elías


Excepcional vía que recorre el tercer muro de Gavarnie


Pies de gato indispensables

En el hielo

La vía se sitúa en el tercer muro de Gavarnie

En las zonas altas de noche

Reunión

Vivaqueando

Deja tu comentario

Sé el primero en comentar este artículo.