Una gran avalancha alcanzó y arrastró durante 150m a Simone Moro, Cory Richards y Denis Urubko, cerca ya del campo base, en el último día de descenso. Casi totalmente enterrados, Simone consiguió liberarse y rescatar a sus dos compañeros. <b>“Un serac cayó y toda la nieve acumulada por el viento se precipitó. Es lo que puede pasar en invierno en un día de tempestad, cuando estás cansado y no haces las cosas normales. No es que tomáramos demasiados riesgos, es que las condiciones eran malas.”
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De vuelta al campo base, Simone Moro, Denis Urubko y Cory Richards cuentan lo acontecido durante la consecución de la primera cima invernal a un ochomil del Karakorum. Como dice Simone, “hasta que no estás de vuelta en el campo base, no ha terminado.”
Respecto al día de cima, Cory Richards afirma para The North Face, patrocinador de la expedición, que “el tiempo estaba bien mientras ascendíamos. Al alcanzar la cumbre a las 11:38 se empezó a cerrar y las nubes comenzaron a llegar. Y cuando descendíamos y estábamos atravesando el plateau bajo la pirámide de cima, fue cuando el tiempo empezó a ser realmente malo. Entonces sí que estuvimos en puro invierno del Karakorum a 8000m. Se convirtió en algo inmanejable. Uno de esos días en los que todo estaba OK, pero sabíamos que nos encontrábamos en el filo de que todo se nos escapara de las manos.”
Sobre la avalancha que sufrieron en el descenso entre el campo 1 y el campo base, el último día, Cory afirma: “A partir de ahora celebraré mi cumpleaños el 4 de febrero. Andábamos bajo el Gasherbrum V y una gran avalancha nos alcanzó a los 3, y nos lanzó sobre una grieta. Yo estaba casi enterrado, pero mi cara estaba fuera. Denis estaba casi enterrado, pero con la cara fuera. Simone pudo salir y vino a desenterrarnos. Estoy muy feliz de estar vivo.”
Según Simone, “ocurrió lo que puede ocurrir en invierno en un día de tempestad, cuando estás cansado y no haces las cosas normales. No es que tomáramos demasiados riesgos, simplemente es que las condiciones eran malas. El problema es que normalmente cruzar la zona peligrosa bajo el Gasherbrum V lleva unos 15-20 minutos, pero con toda la nieve, abriendo huella, pasamos allí mucho rato. Un serac cayó y toda la nieve acumulada por el viento se vino abajo.
Cuando la avalancha paró, me di cuenta de que estaba casi del todo fuera de la nieve. Me desencordé y vi el mono naranja de Cory. Le desenterré con mis manos y entonces fui a por Denis.
20 minutos después, con la visibilidad reducida a 1 metro, Cory se cayó a una grieta, maniobramos con los jumars y le conseguimos sacar de ahí.
Ha sido un día muy duro, las balizas de señalización han salvado nuestra vida. Hemos abierto ruta uno tras otro, hemos trabajado como un equipo. Ha sido un día largo, nos ha llevado 8 horas bajar del campo 1 al campo base, lo que normalmente nos habría costado 3 horas. Después de 6 días en la montaña, no nos quedaban muchas fuerzas.
Hasta que no estás de vuelta en el campo base, no se ha terminado.
La suerte ha estado de nuestra parte. En mi mochila cargaba una gran bolsa de basura; puede que la montaña lo haya apreciado y nos lo haya agradecido.”
Simone, Denis y Cory, en el Gasherbrum II. 1ª cima de la historia a un ochomil del Karakorum en invierno
A punto de alcanzar la cima
Cory, tras la avalancha
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