Vídeo: Adam Ondra, Búlder. Tour de Flash en Fontainebleau
En uno de los paraísos del búlder, Adam Ondra intenta escalar todos los 8b a flash posibles en un solo día, y prueba un 9a(+).
Intentaban el Nanda Devi este. Pero el tiempo no colaboro. En su lugar, alcanzan una difícil cima virgen y abren una técnica vía en otra.
Es difícil encontrar una cordada con más experiencia acumulada que la compuesta por Manu Pellissier, Marko Prezelj y Archil Badriashvili. El esloveno Prezelj, de 58 años, sigue en la brecha con ya 4 Piolets d’Or, uno de ellos conseguido junto al mismo francés Pellissier en el cerro Kishtwar en 2016. Con respecto al georgiano Badriashvili, a pesar de ser más joven, a los 33 años también ha sido galardonado con el Piolet d’Or
Ahora acaban de regresar de una expedición al Nanda Devi que ha estado marcada por un hecho principal:
La ola de calor que ha asolado la India, con temperaturas de hasta 51ºC en Delhi, también ha llegado a las montañas. La isoterma de 0ºC ha subido hasta los 6.500m, por lo que es fácil de imaginar las condiciones de nieve y hielo que se han encontrado alpinistas como Pellissier, Prezelj y Badriashvili.
Su objetivo principal era el Nanda Devi. Pero, al llegar, vieron una pirámide que, según les comentaron, permanecía inescalada, y decidieron aclimatar allí.
Al final, como suele ocurrir, las cosas en la pared resultaron ser más complicadas de lo que parecían desde abajo. Sobre todo porque, a la verticalidad y compromiso, se sumaron una condiciones muy calurosas que, al final, dieron como resultado una vía de gran entidad por si misma.
Han llamado a la vía Dirty Dancing (ED M5, 85º, 1.200m). Les llevó 4 días la apertura. Y la montaña, virgen hasta el momento, por consejo de los locales ha sido bautizada como Nanda Shori (La hija de Nanda).
Llegó el momento de su gran objetivo: la 1ª escalada de la cara este del Nanda Devi Este. Pero coincidió precisamente con los días más duros de una de las olas de calor más duras que se recuerdan en el país, así que eligieron subir por la sur, más factible.
Consiguieron llegar a duras penas hasta los 5.900m, pero en un punto con una travesía, si hubieran continuado, solo habrán podido descender a través de cumbre. Algo que, visto lo visto, era casi imposible. Así que descendieron y llegaron al campo base 3 días después de haberlo abandonado.
Con tiempo aún, decidieron ir al Changush, montaña cercana ya ascendida en dos ocasiones anteriores. Eligieron un corredor en la cara noreste en donde, en 18 horas, abrieron Blue Sheep Couloir, 1.000m, 80º, con 20 rápeles de descenso, casi todos de noche.
“En total fueron 26 días de campo base, 14 de los cuales estuvimos escalando o pateando”, afirma Pellessier. “60 largos de nieve, hielo, roca...y barro. 40 rápeles, 8 vivacs, 10.000 metros de desnivel positivo, unos litros de cerveza y chacha...y un ataque de cabras azules del Himalaya”
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