Seguridad en escalada deportiva II: peligros objetivos
En este artículo explicamos la diferencia entre peligro y riesgo, y explicamos los peligros objetivos de la escalada deportiva, y cómo gestionarlos.
Con motivo del 60 aniversario de la primera ascensión por la norte.
El 25 de mayo de 1960, un equipo de alpinistas chinos conformado por Wang Fuzhou, Gongbu y Qu Yinhua consiguieron el primer ascenso -documentado- del Everest a través de la ruta normal tibetana de la cara norte de Chomolungma, por la arista de los escalones.
Este año se cumple el 60 aniversario de esta primera cima por Tíbet, y para conmemorarlo se preparó una expedición enteramente china, con el apoyo del gobierno, que priorizó sus permisos por encima de cualquier otro.
Al respecto, debemos recordar las fuertes restricciones para proteger el ecosistema que China ha impuesto tanto en la escalada al techo del mundo como en toda la zona. Han incluido un año prácticamente en blanco, que permitió que una expedición de limpieza consiguiera finalizar con un proyecto que parecía imposible: cero basura y cero cuerpos en Everest, de cima a campo base. Pero lo más importante, para el futuro, es la limitación de permisos.
En el futuro, incluyendo expedicionarios, equipos de limpieza, trabajadores, guías y porteadores. Eso supone un enorme descenso de permisos, que podrían no superar los 120 por temporada. Incluso se va a impedir la pernocta y estancia de trekkers: se va a habilitar un campo en el monasterio de Rongpo, último punto habitado antes de la montaña.
Por eso esta expedición conmemorativa del 60 aniversario tenía prioridad: si se quería asegurar el éxito, muchas plazas iban a ocuparse.
Después llegó el coronavirus, y el cierre de la montaña abortó con los planes. Pero poco después se supo que esta expedición china recuperaba su permiso, bajo las condiciones de seguridad adecuadas. El Gobierno chino no quería renunciar al valor simbólico de los 60 años.
Ahora, a través de Mingma Gyalje Sherpa, nos enteramos de que esta expedición ya se encuentra en el campo base dispuesta a trabajar:
“21 alpinistas chinos, con apoyo tibetano, se encuentran ya en el campo base del Everest. Curo mi añoranza de la montaña viendo las fotos que envían nuestros amigos chinos cada día. Pero nosotros tenemos que luchar contra el virus permaneciendo en casa. Deseo que vaya todo bien, y que disfruten en los días por venir”, afirma Mingma Gyalje Sherpa en sus redes sociales.
La expedición, organizada por Yarla Expeditions, tiene a 6 mujeres entre sus integrantes. Que, algo curioso, quizás sean las únicas personas que se encuentran haciendo alpinismo en estos momentos a lo largo y ancho del mundo.
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