Los Pou, dos cincomiles; fin a la aclimatación en Cordillera Blanca

Iker y Eneko Pou, acompañados por Álex Estrada y Alma Roblin, escalan dos montañas de más de 5.000m en la Cordillera Blanca. Fin a la aclimatación, comienza el proyecto.

Apenas una semana después de llegar a Huaraz, capital de la Cordillera Blanca de Perú, situada a 3.000m de altura, Eneko e Iker Pou dan por finalizada su aclimatación tras lograr la cima del Yanapaccha (5.460m) y del Shacsha (5.700m).

Escalando en el Shacsha a 5.700m. Foto: Eneko e Iker PouEscalando en el Shacsha a 5.700m. Foto: Eneko e Iker Pou

“Nos hemos sentido muy bien y muy fuertes. Alcanzamos la primera 3 días después de finalizar nuestras vacaciones en la playa. Eso quiere decir que pasamos del nivel del mar a los 3.000m de Ancash y, una jornada después, a los 5.400m. Y todo ellos sin sentir los síntomas típicos del mal de altura (dolor de cabeza, vómitos, mareos, sensación de flojera, etc. En ese momento nos dimos cuenta de que los casi dos meses que habíamos pasado en el Himalaya hace 60 días todavía se notaban”, afirman los hermanos.

Preparando rápel en el Yanapaccha. Foto: Eneko e Iker PouPreparando rápel en el Yanapaccha. Foto: Eneko e Iker Pou

Han afrontado ambas montañas con su cámara peruano Alex Estrada y su amiga francesa Alma Roblin. ”Cuando un equipo funciona es mejor no cambiarlo, por eso volvemos con ellos dos. Alex es uno de los mejores cámaras con los que hemos trabajado y Alma es una de las grandes promesas alpinísticas de esta cordillera. Es francesa pero reside en Perú desde hace ya unos años, y desborda fortaleza y motivación”.

Todo el equipo. Foto: Eneko e Iker PouTodo el equipo. Foto: Eneko e Iker Pou

Sobre el Shacsha, afirman que “teníamos muchas ganas de subir esta montaña, porque en los últimos años habíamos abierto rutas en gran parte de los picos que la circunvalan; además es la portada del libro de Brad Johson, la mejor publicación que existe para entender las rutas que se pueden hacer en la cordillera. Volvimos a escalar rápido y eso que esta ascensión era mucho más técnica y difícil que la anterior”.

Alma escalando de madrugada. Foto: Eneko e Iker PouAlma escalando de madrugada. Foto: Eneko e Iker Pou

Si el clima aguanta (está cerca el final de la temporada y podría cambiar en cualquier momento) se ven preparados para nuevos retos: “ya estamos listos para intentar abrir alguna ruta mas. Tenemos la mirada puesta en una montaña de 6000m difícil y comprometida en la que nos gustaría dejar nuestra impronta, pero no queremos adelantar acontecimientos”.

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