Es impensable pretender tocar bien en una orquesta sin afinar los instrumentos, cocinar la más exquisita receta sin disponer de los ingredientes, pintar el mejor de los cuadros sin preparar caballete, tela y paleta o ver a un deportista profesional en pleno esfuerzo sin haber calentado. Todas estas situaciones han requerido de algo que no puede faltar y que es básico para que se lleven a buen término: una preparación de los participantes y sus herramientas justo antes de la puesta en marcha. De poco van a servir los aprendizajes, los ensayos y el entrenamiento si cuando se debe rendir al máximo no se está en la mejor de las disponibilidades. Eso es lo que en deporte hace el calentamiento: posibilitar que rindamos como podemos llegar a hacerlo en ese preciso momento.
Todos hemos podido experimentar que no es en el momento mismo en que nos despertamos cuando estamos mejor dispuestos a arrancar a correr, que no es la primera vÃa de escalada del dÃa la que mejor realizamos, que no se clavan bien los piolets hasta pasados unos golpes. La experiencia ha demostrado que hace falta haber calentado para poder dar lo mejor de nosotros y que, además, cuesta más que aparezcan lesiones si se ha hecho un buen calentamiento. Los técnicos han podido estudiar bien a qué se debe este fenómeno, y el resultado es algo tan simple y de sencilla aplicación que vale la pena conocerlo para utilizarlo en nuestro provecho.El calentamiento es la fase de la sesión que prepara a la persona para rendir convenientemente durante las ejecuciones, tanto en entrenamiento como en sus realizaciones deportivas, disminuyendo además el riesgo de sufrir lesiones.Efectos sobre la musculatura:
El aumento de la temperatura provoca una disminución de la viscosidad muscular y, por tanto, mejora su elasticidad. De esta manera se controla el riesgo de lesión muscular y se asegura una mejor prestación mecánica. Por su parte, el mayor flujo sanguÃneo y la solicitación del esfuerzo moviliza hasta su estado óptimo el funcionamiento metabólico muscular referido al suministro de substratos energéticos. Desde el punto de vista neuromuscular, el calentamiento mejora las coordinaciones inter e intramusculares, la capacidad de relajación y la velocidad de transmisión nerviosa (motora y sensitiva), con lo que se garantiza elevar las prestaciones de rendimiento.
Efectos sobre parámetros psicológicos:
El calentamiento asegura llegar a los óptimos estados de motivación y concentración gracias al paso progresivo de una situación no deportiva a la deportiva de rendimiento.
Efectos sobre las coordinaciones y la técnica:
El calentamiento asegura la optimización de las acciones técnicas, de los gestos que se realizarán durante la jornada, incidiendo en la imagen mental y estructura del movimiento, en la coordinación de los distintos momentos de cada acción y en las sensaciones que experimenta el sujeto.