Reflexiones de Edurne Pasabán desde Nyalam (Tíbet)

“Empezaría por deciros que si hubiera sabido que terminar los 14 ochomiles hubiera traído tantas peleas en los diferentes foros, me lo hubiera planteado. Pero si hay algo bueno es la libertad de expresión que tenemos, y gracias a eso cada uno de nosotros podemos decir y contar todo lo que pensamos. Esa libertad de expresión que tenemos es un privilegio ya que pienso que cuando alguien dice algo es porque lo siente, y porque se siente bien diciéndolo. <b>Pues ahora es mi momento.</b>

Hace unos días, cuando terminé de escalar el Annapurna, se me ocurrió hacer una declaración a un medio de comunicación, a un periodista amigo mío, sin ninguna maldad de nada. Más que una declaración era una confirmación. Le confirmé que los sherpas nos habían asegurado que Miss Oh no había subido a la cima del Kangchenjunga. No era nada nuevo, esto ya lo sabían los medios de comunicación antes de que yo viniese aquí a intentar completar los 14 ochomiles. Hasta entonces no nos habían hecho ni caso, a nadie le interesaba. Pero por algo que desconozco, ahora si importa. No sé si importa para que yo sea la primera en terminar los 14 o importa para ensuciar mi carrera. No lo sé, pero importa. Y por supuesto duele ver desde aquí toda la polémica que se ha generado entorno a este tema.

He leído muchos comentarios, algunos me apoyan sin conocerme, buenas personas. Otros me critican también sin conocerme, no son malas personas, todos lo hacemos y están en su derecho. Y otros critican conociéndome y esos seguramente tengan razón. Pero no nos olvidemos que cada uno de nosotros tenemos nuestra propia razón. Cada uno de nosotros somos propietarios de nuestros pensamientos y nuestras propias verdades.


Aclararé ciertas cosas. Cuando hace unos años pensé terminar los 14 ochomiles, decidí hacerlo porque me apasiona escalar montañas, porque disfruto mucho, porque es mi vida. Y nunca como algunos creen para hacerme rica y famosa. Porque ni los ricos ni los famosos son más felices, y eso se lo podéis preguntar a ellos. Quizás ayuda, pero no lo consigue, y os lo puedo confirmar yo.

Nunca me ha faltado de nada en mi vida. Vengo de una familia, empresaria y trabajadora, sobre todo trabajadora, a la que nunca nadie le ha regalado nada.

Es verdad que he tenido más que mucha gente. Pero nunca, nunca he sido feliz del todo. Conocida es mi pelea con la depresión, y esos dos años tan difíciles para mi familia y para mí. En la montaña he vivido la muerte de cerca, pero por desgracia la de mis amigos, no la mía. Yo también he sentido la muerte muy de cerca, pero en la vida real, allá abajo.


Y encontré lo que buscaba aquí arriba en la montaña, donde sigue existiendo todo eso de lo que tanto habláis: la solidaridad, la amistad, y sobre todo la libertad. Por eso estoy escalando los 14 ochomiles, porque soy feliz. Y el desafío 14x8000 y “la carrera”, como queramos llamarla, la hago por este motivo.

En estos dos últimos años parte de mi trabajo ha sido buscar apoyos y patrocinadores, creedme que no ha sido un trabajo fácil, aunque parece que también hay gente a la que le molesta que cuente con patrocinadores y sponsors.

En este sentido debo deciros que todos y cada uno de ellos me han transmitido siempre un cariño, una cercanía y una confianza incondicional, sin ningún afán competitivo, y eso es lo más importante de todo.


Detrás de las empresas que me patrocinan y me ayudan a hacer realidad este ambicioso proyecto hay grandes profesionales, pero sobre todo, buenísimas personas y mejores amigos, que estoy segura mantendré para siempre.

Cuando atacamos cumbre me consta que no pegan ojo, pendientes de que todos regresemos a salvo. Esa ha sido siempre su máxima preocupación.

Nos llaman con frecuencia allá donde estemos, e incluso han venido a visitarnos caminando hasta el Campo Base, demostrando un compromiso y pasión que nunca hubiera podido imaginar y eso es lo más importante y lo más bonito que recibo de ellos, y lo que yo y todo mi equipo les agradecemos sinceramente.

No os contaría la verdad si no os dijera que tengo orgullo y ambición, porque lo tengo. Pero dicen que esto no es malo, yo no lo sé. Esto era lo que os quería contar. Ahora más tranquila, deciros gracias a todos, gracias por apoyarme, por seguirme, por opinar bien y mal. Todo hace crecer a las personas, y a mí me estáis ayudando a crecer y seguramente a hacerme mejor persona.


Ahora continuaré, continuaré con el proyecto, con la ilusión que tengo, con mis amigos, con mi equipo, que son realmente los que merecen todos los méritos del mundo por aguantarme, y con todos vosotros. Mañana alcanzaremos el Campo Base chino del Shisha Pangma, y el martes subiremos caminando al que será nuestro campo base, denominado “Campo Base Avanzado”.

Parece que hay 7 expediciones ya allí, según nos han dicho, y que la montaña tiene poca nieve, ya veremos. Todo esto ya os lo iré contando.

Un beso muy grande a todos... “


Edurne Pasabán


Edurne Pasabán reflexiona a 1 día del campo base del Shisha

Deja tu comentario

Sé el primero en comentar este artículo.