Este debate sigue generando mucha controversia ya que amantes de la pluma y amantes de la fibra nos repartimos por igual. Sin embargo, conviene dejar favoritismos a un lado y valorar objetivamente qué conviene en cada prenda, para cada persona y en cada situación. Te damos unas pautas para decidir qué relleno puedes necesitar más y en qué prendas o materiales te recomendamos los rellenos de fibra.
Actividad intensa tocando nieve ¿Elegirías pluma o fibra? Foto Rab
A veces las decisiones de compra se rigen por preferencias personales o por consejos dados desde visiones muy generalistas, pero si queremos acertar con el material adecuado tendremos que valorar de un modo muy exquisito las prestaciones que queremos recibir de una prenda y la utilización y circunstancias que le vamos a dar a la misma, así como sus limitaciones.
Qué necesitamos, en qué circunstancias y bajo qué nivel de intensidad son las premisas que nos ayudaran a elegir el mejor equipamiento en todo momento.
Fibra o pluma: un viejo debate de permanente actualidad
Pocos debates son más persistentes en el material de montaña que el de elegir prendas de abrigo con relleno natural o con relleno sintético. Además de las motivaciones personales y de conciencia que pueden hacer preferir una chaqueta que no tenga origen animal u otra que no tenga origen en el petróleo (te recomendamos nuestro artículo sobre sostenibilidad), las razones para elegir un relleno u otro suelen tener que ver con aspectos técnicos que están íntimamente relacionados con la actividad que solamos realizar.
Supongamos dos chaquetas con idéntica capacidad de aislamiento y con la mejor calidad de relleno dentro de su categoría, siendo una de fibra y otra de plumón: la de plumón será más ligera y compactable, mientras que la de fibra será más resistente, más aislante en condiciones de humedad y, posiblemente, más económica.
La compresión y la humedad, dos factores claves para decidirse entre pluma o fibra. Foto Rab
De este modo, la elección se suele resumir en que salvo temperaturas de frío extremo o actividades especialmente pausadas, cuando vamos a realizar ejercicio intenso y necesitamos una chaqueta que gestione bien la capacidad de evacuar el sudor sin perder capacidad térmica y además sea resistente y demande poco mantenimiento, la chaqueta de fibra es la mejor opción.
En el caso de valorar por encima de todo el aislamiento térmico y la ligereza por encima de cualquier otra variable y no preveamos utilizar la chaqueta mientras realizamos ejercicio físico muy intenso, la elección será la de relleno de plumas.
Es por este motivo por el que las chaquetas de fibra siguen en alza pero son los sacos de plumas los favoritos en el uso entre gente técnica. En las chaquetas de fibra es básico gestión de la humedad y resistencia mientras que en los sacos de plumas por encima de todo se valora su facilidad de transporte (ligereza y compactabilidad) y su aislamiento térmico.
La pluma: ¿líder todavía?
Partamos de la base de que existen múltiples estrategias para combatir el frío, pero la más sencilla y obvia consiste en abrigarse con la prenda adecuada. El debate sobre si es mejor la fibra o la pluma, ya lo hemos dicho, es tan amplio como persistente, pero existen varios conceptos irrebatibles.
Al igual que existen diversas calidades de pluma, sucede lo mismo con las fibras sintéticas de poliéster. Sin embargo, así como el fill power o capacidad de hinchado de la pluma es algo reconocible por cualquier persona con algo de experiencia e interés en el mundo del material de montaña, con la capacidad de aislamiento de la fibra no es un tema demasiado fácil de saber ni de interpretar.
La unidad de aislamiento en las chaquetas de fibra es el clo/oz/yd² o clo/g/m² según si la marca utiliza medidas imperiales o el sistema métrico, algo por sí mismo bastante confuso. El valor clo (la primera parte de la fórmula) tiene en cuenta la superficie, la temperatura y la transferencia de energía, de modo que para las prendas de montaña donde la cantidad de relleno es importante en el resultado final de aislamiento se vuelve a tener en cuenta el peso por unidad de superficie (gramos por metro cuadrado u onzas por yardas cuadradas, según el sistema utilizado).
Con frío intenso y en reposo. El momento de la pluma. Foto Rab
A calidad comparable y en ausencia de humedad, la pluma es mejor aislante. A pesar de los intentos de los principales fabricantes de fibra sintética de alcanzar materiales con la capacidad aislante del plumón, lo cierto es que todavía no se ha logrado encontrar ningún material sustituto del plumón que iguale su capacidad de retener el calor. No sabemos si esta afirmación se mantendrá para siempre porque las fibras sintéticas siguen mejorando año tras año su relación peso / aislamiento, pero lo cierto es que hoy en día la pluma sigue siendo líder de aislamiento siempre que se den las circunstancias adecuadas.
Hay dos situaciones comunes en las que la fibra es mejor aislante que la pluma:
Humedad: cuando el relleno se moja por la lluvia o por sudor excesivo.
Compresión: al utilizarse con mochila o con arnés o con una chaqueta ceñida por encima.
Además de ello, la nula consistencia de la pluma (no se trata de un tejido compactos, sino de multitud de plumillas) hace que sea necesaria compartimentarla dentro del saco o chaqueta para que no se acumule en lugares concretos por efecto del movimiento y de la gravedad, dejando otras zonas como puntos fríos. Esto se soluciona habitualmente mediante tabiques de tela que son rellenados con plumón.
Por el mismo motivo, en el caso de que se produzca una rotura en el tejido que envuelve la pluma corremos el riesgo real de perder gran cantidad de relleno, de modo que hay que tener especial cuidado en el mantenimiento de las prendas y sacos de pluma. Un enganchón puede acabar con nuestro saco de dormir o chaqueta en un instante, precaución con esto.
Prendas en las que es recomendable el relleno de fibra
Con lo leído anteriormente podrás hacerte una idea de cuáles son las condiciones en las que vamos a recomendar prendas y material con relleno de fibra. En general, será siempre que necesites algo muy resistente y que no pierda capacidad aislante durante actividades intensas. Te dejamos el enlace a un artículo sobre preguntas y respuestas a la conveniencia de pluma o fibra para que puedas echar un vistazo antes de seguir.
Chaquetas de grosor fino o medio
Las chaquetas de grosor fino y medio han ido reemplazando paulatinamente a prendas muy asentadas a lo largo de los años como los forros polares sin llegar a sustituirlos del todo. Aunque las gruesas y mullidas chaquetas siguen de plena vigencia, la realidad es que se utilizan en actividades sosegadas y apenas se ven en deportes intensos por motivos obvios de movilidad y sentido práctico.
De este modo, las gruesas chaquetas suelen tener relleno de pluma, donde nos importa más la capacidad térmica que una evacuación del sudor que no vamos a producir, y las chaquetas más finas suelen tener relleno de fibras de poliéster ya que lo que queremos es que la humedad generada por la transpiración salga al exterior.
Pantalones con relleno térmico
No suele ser habitual encontrar pantalones con relleno de plumón. Además de que la sensación térmica en las piernas no es tan marcada como lo es en otras zonas más sensibles al frío, vestir con prendas voluminosas que impiden el correcto movimiento nos hace preferir otras fórmulas de aislamiento para las piernas. También los pantalones son una prenda con más tendencia a cargarse de humedad y suciedad por las salpicaduras de charcos, nieve o por el contacto con plantas mojadas. Lavar un pantalón con relleno de plumas siempre requiere más cuidado que hacerlo con uno de fibra, te explicamos aquí cómo lavar las prendas rellenas de pluma.
Hablamos largo y tendido de este tema en el artículo sobre pantalones con relleno térmico que te invitamos a leer si te interesa hacerte con una de estas prendas.
Sacos de dormir de uso esporádico
La ligereza y compacidad en el transporte, así como la comodidad y el aislamiento muy eficiente durante las frías noches en la montaña convierten a los sacos de plumas en la mejor opción cuando queremos algo que nos permita descansar mientras dormimos y no cansarnos demasiado mientras lo llevamos en la mochila.
Sin embargo, los sacos de fibras pueden ser la opción más recomendada en ámbitos donde el transporte no sea un aspecto primordial o valoremos más otros aspectos como la resistencia, su mantenimiento mucho más sencillo y su capacidad de aislar en condiciones húmedas. De este modo, los sacos con relleno de fibra son adecuados para campamentos juveniles o situaciones en las que haya que lavarlos con mucha frecuencia. También sacos para dormir en furgonetas o sitios pequeños con escasa ventilación, donde el peso y volumen no es determinante pero sí es importante que el saco no se pueda deteriorar por la el aire saturado de humedad del interior del habitáculo.
Patucos y botines interiores
Los pies es una de las partes de nuestro cuerpo más susceptibles a enfriarse. Además de por su ubicación periférica y alejada de los órganos vitales, su cercanía constante con el suelo y zonas húmedas, charcos o nieve hacen que enseguida notemos como escapa el calor.
Si bien unos calcetines técnicos adecuados son indispensables para lograr el confort térmico, muchas marcas de calzado incorporan modelos con algún tipo de aislamiento. En ocasiones se utiliza el fieltro por su precio económico y las propiedades antibacterianas de la lana, pero también es bastante habitual utilizar rellenos de poliéster para proporcionar aislamiento y suavidad.
Guantes
Lo dicho para los pies en el apartado anterior es muy válido también para las manos. Al hecho de su ubicación periférica tenemos que sumar la necesidad de utilizar las manos constantemente para acciones como asir un bastón, utilizar un piolet o manejar dispositivos como cámaras de fotos, teléfonos móviles o dispositivos GPS:
Uno de los materiales que mejor relación entre aislamiento y movilidad nos ofrece es el poliéster, por lo que las fibras huecas de este material son las preferidas para utilizarse como relleno aislante en los guantes invernales.
Zonas específicas de chaquetas rellenas de pluma
La pluma (el plumón si queremos más exactitud) necesita de espacio para poder aislar. Hay que proporcionarle un lugar amplio donde alojarlo para que pueda expandirse en toda su capacidad y lograr el hueco para retener el calor que nuestro cuerpo genera. A veces, por mejor que sea la prenda, esa posibilidad de crear un espacio para que el plumón pueda hincharse viene tremendamente limitado por la propia actividad montañera en la que debemos utilizar mochilas o arneses que se llevan totalmente ceñidos al cuerpo.
Para que en las zonas de presión la prenda siga siendo eficiente, muchos modelos realizan un cartografiado corporal o body mapping en el que incorporan relleno de fibras de poliéster en aquellas zonas de nuestra chaqueta en la que se va a experimentar presión y, de este modo, mejorar la capacidad aislante que el plumón comprimido no nos daría.
¿Quieres saber más sobre las diferencias entre pluma y fibra? Pregúntanos en nuestras tiendas físicas o en nuestra web, donde nuestro equipo de asesoramiento técnico estará encantado de responder a todo lo que necesites aclarar. ¡Estamos esperándote!
Tienda web: www.barrabes.com
Tiendas Barrabes: Barcelona, Benasque, Bilbao, Jaca, Madrid O'Donnell, Madrid Ribera de Curtidores, Zaragoza.
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