Robert Jasper y Roger Schäli liberan la Superdirectísima japonesa al Eiger

Han tenido que pasar 40 años para esta vía (definida por sus aperturistas como la línea exacta que trazaría una gota de agua que cayera desde la cima del Eiger) haya sido liberada, convirtiéndose en la ruta más difícil de la norte(1.800 metros, 8a, M5, con mala roca, escalada alpina muy expuesta y fuerte caída de rocas). 6 años les ha llevado conseguir ponerle el punto rojo a esta vía

Hasta ahora la vía más difícil de la norte del Eiger era “Paciencia”, 900 metros liberados por Ueli Steck con una dificultad entre 7a y 8a. Pero el 31 de agosto Robert Jasper y Roger Schäli conseguían liberar y poner el punto rojo a la mítica Superdirectísima japonesa, 1.800 metros de pared ascendida en 1969 por Imai, Kato, Negishi, Kubo y Amano.

Durante 6 años esta liberación ha supuesto un serio quebradero de cabeza a Robert Jasper y Roger Schäli. Una y otra vez intentaban solventar los dos tramos claves de la vía: el “Difficult Crack” y el “Rote Fluh”.

El Rote Fluh, de 200 metros, es la zona más vertical y difícil de toda la cara norte del Eiger. Hace 40 años los japoneses abandonaban la ruta normal que torcía al llegar al Difficult Crack, y continuaban en línea recta. Posteriormente se encontraron con los 200 metros del Rote Flush, muy verticales y en su mayoría extraplomados. Tras un mes de escalada (del 15 de julio al 15 de agosto), consiguieron acabar la línea, en buena parte en artificial, con uñas y pedales, y habiendo instalado 250 bolts con taladro.

En 2003, Roger Schäli y Simon Anthamatten, por entonces dos de los mejores jóvenes alpinistas suizos, intentaron la liberación. Robert Jasper afirma que cuando se enteró se llevó un buen disgusto, porque esa liberación era su sueño desde que en 1.991 tomó contacto por primera vez con la ruta. Tras trabajar todo el verano, consiguieron liberar prácticamente todas las dificultades de la primera mitad de pared, pero tuvieron que evitar el largo clave el Rote Fluh con una variación terrorífica, sin casi ninguna protección. Dieron en llamarla, significativamente “la variante Hara-Kiri”. Fuertes desprendimientos les obligaron a abandonar cuando faltaban 800 metros de pared.

El 28 de agosto Rober y Roger se acercan a la ruta con la intención de ponerle el punto rojo. Lo primero que ven son las líneas oscuras que deja el agua en el Rote Fluh, justo por donde ellos tienen que escalar. Consiguen superar dificultades de 7b/7c, pasos de boulder en microrregletas, y finalmente llega el punto clave: 8a en mitad de la cara norte del Eiger, una pared de casi el doble de longitud que las tapias de Yosemite.

En los dos intentos anteriores ya habían conseguido liberar el paso clave, pero no habían continuado hacia cima por la malísima calidad de la roca, los continuos desprendimientos, los inquietantes bolts oxidados por 40 años de intemperie, y las malas condiciones meteorológicas. En esta ocasión se encuentran con que aproximadamente la mitad de las presas del Rote fluh están mojadas, lo que les complica todo más. Pero finalmente, aun con presas mojadas, consiguen el largo clave.

Al día siguiente, 29 de agosto, las malas condiciones les hacen permanecer en su diminuta tienda. Pero por la noche la presión atmosférica aumenta, y saben que el día siguiente quizás sea clave.

El 30 de agosto comienzan a escalar de noche. Superan el segundo campo de hielo, que es más bien hielo negro con piedras, y se acercan al muro final. Numerosas rocas caen a su alrededor, y tan sólo pueden fiarse de los viejos bolts, machacados además de por el tiempo por los muchos desprendimientos. Una piedra alcanza a Robert en el casco, pero no le tira de la pared. Preparan otro vivac, con lluvia de piedras continua durante toda la noche, a punto de acertar en su tienda.

Y el último día queda el muro final. El primer largo, tras ser liberado, resulta ser 7b, en condiciones lamentables de roca. Y tras varios largos alpinos, y varias terribles travesías, por fin alcanzan el campo de hielo de la cima, consiguiendo un viejo sueño que durante mucho tiempo, por la dificultad, condiciones, y calidad de la roca, parecía imposible de cumplir.

Características de la ruta:

  • Múltiples pitones de la expedición japonesa.
  • Buena roca en el Rote Fluh, clave de la vía.
  • Fuerte y peligrosa lluvia de piedras en la segunda parte de la pared
  • Escalada alpina muy expuesta con muy pocas protecciones y en su mayor parte sobre mala calidad de roca.
  • La mayoría de seguros tienen que ser colocados por los propios escaladores


  • Equipo mínimo:

  • 1 set de friends y de empotradores
  • 6 pitones, incluidos knifeblades
  • 2-3 tornillos de hielo y material para escalar en hielo
  • Cuerdas de 60 metros y equipo de vivac


  • Fotografías: Frank Kretschmann y Franz Walter.
    Página web de Robert Jasper: www.robert-jasper.de


    Robert Jasper y Roger Schäli consiguen un viejo sueño

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