Vídeo: Liv Sansoz y Zeb Roche, vuelo en parapente tándem desde cumbre del K2

Se confirma que, tras subir sin oxígeno, también Benjamin Védrines, Liv Sansoz y Zeb Roche volaron en parapente desde la cima del K2.

K2, Parapente, Cima, Liv Sansoz, Zeb Roche, VídeoZeb Roche y Liv Sansoz, en la cima del K2. Foto: Liv Sansoz

Hace 2 días informábamos de la excelente actividad de Jean Yves Fredriksen en el K2: escalada en solitario sin oxígeno, en estilo alpino, a través de una combinación de ruta polaca-travesía Messner-ruta vasca, más salto en parapente desde cumbre.

Entonces contábamos que había que confirmar si Benjamin Védrines, Liv Sansoz y Zeb Roche también habían volado desde cima. La cosa tenía tintes legales; este año, tras un accidente, se prohibió el parapente en el K2. Así que han esperado a estar fuera del país para contarlo. En la noticia sobre Fredriksen tenéis todos los detalles del asunto.

Ahora ya se conoce exactamente lo acontecido.

Benjamin Védrines, el primero

El joven alpinista francés Benjamin Védrines no solo ascendió sin oxígeno suplementario desde el campo base a cima en tan solo 11 horas -tiempo más rápido conocido, menos de la mitad del anterior- sino que, poco antes del mediodía del 28 de julio, se convirtió también en la primera persona de la historia en volar desde los 8.611m de la cima.

Liv Sansoz y Zeb Roche. Jean-Yves Fredriksen

Unas horas después, el mismo día 28, llegaban a cumbre Liv Sansoz y Zeb Roche. Allí se juntaban con Jean-Yves Fredriksen. Y a las 5pm, un parapente detrás de otro, volaban también desde cumbre. Liv Sansoz y Zeb Roche lo hacían en su parapente biplaza tándem.

Desde luego, experiencia no faltaba: en 1990, a los 17 años, Zeb Roche llegó a la cumbre del Everest con su padre -en ese momento, fue la persona más joven en conseguir la cima-, y ambos volaron en tándem desde el Collado Sur. En 2002 su mujer Claire y él finalizaron su proyecto de 7 cumbres: ascendieron todas en estilo alpino, Everest incluido, y saltaron en parapente tándem desde las 7 cimas.

“Subir el K2 sin oxígeno, en pareja, ¡fue una locura! ¡Pero la verdadera locura fue despegar desde su cima”, comenta Liv. “Un vuelo mágico, que no olvidaremos, ¡con tanta altura y belleza! 30 minutos suspendidos entre gigantes...¡Tantas emociones!!”

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