16 de mayo de 1975: Junko Tabei, 50 años de la 1ª cima femenina en el Everest
Tal día como hoy, en 1975, la japonesa Junko Tabei se convertía en la 1ª mujer en hollar la cumbre la montaña más alta del mundo: monte Everest.
El senderismo y trekking invernal y con nieve tienen magia. Pero hay unas cuantas cosas que debemos saber sobre cómo afrontar la salida con total seguridad. Las explicamos.
La montaña invernal es un medio maravilloso, pero hostil. Y exige conocimientos y preparación.
Normalmente, quienes realizan actividades técnicas complejas, como rutas alpinas, de esquí de travesía, escalada en hielo o alpinismo, se habrán formado, tendrán experiencia, irán en grupos -algo que favorece la transmisión de conocimientos-, y serán conscientes del lugar al que se internan y por el que transitan.
Pero la montaña no es solo eso: existen las rutas fáciles de senderismo invernal con o sin nieve, raquetas fáciles, etc. Sin embargo, lo que en verano es un paseo familiar, en invierno puede transformarse en un reto montañero por las condiciones: el frío, cambios de tiempo, pocas horas de luz si ocurre un imprevisto, peligros de la montaña invernal…
Tenemos que ir preparados para todo ello. Y ser conscientes de la gran diferencia entre la montaña de verano y de invierno.
Eso no quiere decir que haya que tener miedo a la montaña: solo el respeto debido y necesario, y los conocimientos que nos permitan gestionar el riesgo de forma óptima. Si tuviéramos que usar una palabra sería CONSCIENCIA
Siendo conscientes de dónde nos internamos:
Y, lo más importante:
Este artículo pretende eso: concienciar sobre las precauciones que hay que tener, sobre todo a quienes se están iniciando en las rutas invernales por el medio natural.
Por resumir: en invierno la planificación que se requiere es superior, y no deberíamos aventurarnos sin saber identificar los riesgos y gestionarlos.
Nada peor que quien se interna en ella sin conocer ni los riesgos que corre ni la forma de gestionarlos, ignorante, dejando su seguridad en manos de la suerte...sin ni siquiera ser consciente de ello.
La primera recomendación que podemos hacer es básica: la mejor manera de transitar por la montaña invernal cuando no se tiene ni la experiencia ni los conocimientos adecuados es realizar la actividad con un guía titulado, con una compañía de guías, con un club de montaña, una asociación, etc.
Podemos contratar bien nuestras propias actividades, bien apuntarnos a actividades organizadas.
Sobre esto último, lo mejor es apuntarse a cursos de formación: montaña invernal, raquetas, alpinismo...cada quién tendrá el suyo. Los guías de montaña los realizan.
Otro tanto podemos decir de los clubs de montaña. Organizan salidas, formaciones...en las que, además, encontraremos muchas personas que comparten nuestra pasión. ¡Cuántas amistades para toda una vida de montaña han nacido en las salidas de los clubes!
Si bien la planificación es siempre importante, en el caso del invierno es vital. Tenemos que anticipar cualquier imprevisto, y estar preparados para afrontarlo. Porque no solo está el frío y las condiciones; las horas de luz son pocas, y tenemos que programar con amplio margen. No podemos apurar y que, por cualquier percance, nos alcance la oscuridad invernal.
Fundamental:
Las avalanchas son un peligro existente en la montaña invernal que afecta a toda persona que se interne en ella.
Por eso es tan importante para quienes, teniendo experiencia solo de verano, comienzan a realizar actividades y rutas invernales, saber que existe ese peligro y que tenemos que aprender a gestionar ese riesgo.
Repetimos: no hay que tener miedo. Solo consciencia, conocimientos, y gestión del riesgo. Así podremos disfrutar. Mientras tanto, es mejor participar en actividades organizadas, o contratar un guía.
Son varios los artículos que hemos publicado sobre nivología, escritos por José Antonio Canela, técnico especialista nivel 2 en nieve y avalanchas por la Canadian Avalanche Association (CAA) e instructor-proveedor de cursos de rescate (CRS) y Seguridad en terreno de Aludes (AST1) por Avalanche Canada y MountainSafety.info.
Os recomendamos su lectura, pero aquí le pedimos que nos dé algunos consejos y advertencias para quien desconoce el medio y quiere empezar con alguna ruta.
“La amenaza de los aludes no debería disuadirnos en nuestras actividades invernales, ya que existen maneras de estar a salvo. Simplemente debemos ser conscientes de ellas y conocer cómo funciona el fenómeno de las avalanchas, evitar el terreno de avalanchas y conocer los riesgos asociados a él.
Si transitas cerca de las montañas en invierno, tienes que ser consciente de que estás haciendo algo potencialmente peligroso, y saber qué hacer para evitar o minimizar el riesgo.
Si todavía no te has subido al tren de la conciencia de avalanchas, enseguida te doy algunos consejos que tendríamos que poner en práctica para tener un poco más de conciencia de los aludes, incluso si lo que buscamos es evitar el terreno de avalanchas al completo.
Da igual que el camino esté muy marcado: siempre tenemos que llevar sistemas de orientación. Y es fundamental que sepamos orientarnos con ellos.
No solo hay que seguir el GPS (algo obligado en invierno, cuando las condiciones meteorológicas pueden cambiar y borrar el camino): también debemos conocer los fundamentos de la orientación.
En este artículo os enseñamos cómo orientarnos con mapa y brújula, entre otros muchos de estos fundamentos: Cómo orientarse con mapa y brújula
Con respecto al material adecuado para la práctica invernal, (ropa, calzado, material de nieve y hielo, elementos de seguridad imprescindibles, etc), su gran importancia ha hecho que le dediquemos la 2ª parte de este artículo, que podéis encontrar aquí: Senderismo y trekking invernal y con nieve II: Material indispensable
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Tiendas Barrabes: Barcelona, Benasque, Bilbao, Jaca, Madrid O'Donnell, Madrid Ribera de Curtidores, Zaragoza
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