Stefan Glowacz y Robert Jasper abren un Big Wall en "La Muralla China", Baffin

Tras 265 km de aproximación, llegan junto a 3 compañeros a una zona inexplorada en la que no se documenta anterior actividad alpinística y descubren una gran tapia de 1.000 metros de alto, en donde consiguen abrir, tras 14 días de escalada, una vía en artificial y zonas de libre de hasta octavo grado. Luego, 320 km con las pulkas y los kites de vuelta a la civilización...

La zona es remota y desconocida, prácticamente inexplorada. Al norte de la isla de Baffin, muy lejos de cualquier lugar. Pero en los años 90, un americano, Eugene Fischer, sobrevoló la zona tomando fotografías. Una de ellas mostraba la “Muralla China”, una larga y gran pared de 1.000 metros de altura que surge directamente de un fiordo. Glowacz y Jasper vieron esa fotografía, y decidieron que tenían que ir a echarle un vistazo más de cerca a esa tapia.

Formaron un equipo de 5 personas: ellos dos, el excelente fotógrafo Klaus Fengler, Holger Heuber y Mariusz Hoffman. Y acudieron hasta el pueblo de Pond Inlet, el lugar civilizado más cercano. Contrataron un guía inuit y con motos de nieve y trineos se acercaron hasta Querbitter Fjord, la zona en donde pensaban que se encontraba el gran murallón.

En su blog, Glowacz escribió: “Ayer tan sólo podíamos imaginarnos la inmensa pared de roca que teníamos enfrente, detrás de la cortina de nubes. Cuando esta mañana hemos sacado nuestras cabezas fuera de la tienda de campaña, nos hemos quedado sin habla. Estábamos acampados directamente enfrente de “la Muralla China”, una pared de granito de más de 1.000 metros de altura, que surge directamente del fiordo helado…hasta donde nosotros sabemos, ningún otro alpinista ha realizado actividad en la región."

Tras explorar la región, eligieron lo que ellos han denominado “el Bastión”. Tras 14 días de escalada, mayoritariamente en artificial, pero con pasos de libre de hasta octavo grado, consiguieron ascender los 21 largos de la ruta. Normalmente descendían al campo base por la noche, y jumareaban hasta el punto más alto a la mañana siguiente, excepto las 4 últimas noches. Los 5 miembros del equipo consiguieron hacer cima, y bautizaron a la vía “Take the Long Way Home”.

Una vez realizada la escalada, decidieron volver por sus propios medios a la civilización, y tomando rumbo sureste cubrieron en 16 días más de 300 kilómetros con sus esquís y sus pulkas hasta el asentamiento inuit de Clyde River. En ocasiones, como puede verse en las fotografías, utilizaron sus kites para desplazarse por los glaciares y el mar helado.

Tras 5 semanas y media de expedición y exploración (entre abril y mayo de este año), dieron por finalizada su aventura en las tierras árticas.


Todas las fotografías han sido realizadas por Klaus Fengler, y publicadas por cortesía de la marca Mountain Hardwear: www.klausfengler.de, www.mountainhardwear.com


Glowacz y Jasper vuelven a hacer de las suyas en un Big Wall


"El Bastión"

Inmensa la "Muralla China", inmensa la huella de oso polar...

De vuelta a casa con el Kite

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