Tente Lagunilla, Carlos Soria, Óscar Cadiach y su grupo avanzan en el Manaslu

El mal tiempo les tiene paralizados en estos momentos en el campo base, lo mismo que ocurre en el Annapurna. Pero la semana pasada en varias incursiones consiguieron instalar ya el campo 2, y afirman que están listos y dispuestos para ascender con intención de realizar un ataque a cima. Carlos Soria sigue con su proyecto de concluir en 2013 sus 14 con 75 años

Tras su cumbre en el Dome Kang, anunció que pensaba concluir los 14 ochomiles en 2013, a la edad de 75 años. Fue al Gasherbrum I y consiguió la cima. Y ahora, en compañía de Tente Lagunilla, Óscar Cadiach, Óscar Borras y Patxi Goñi se encuentra en el Manaslu.

La semana pasada consiguieron instalar el campo 2. El campo 3 se instala sobre la marcha cuando se ataca a cima, así que pronto estarán listos para intentar la cumbre. Así lo cuando Tente Lagunilla:

“Lo primero comentaros la fotografía. Me la hizo mi compañero Oscar Porras subiendo entre los campos uno y dos, a unos seis mil cien metros de altura. Al fondo se ven las montañas “menores” que hacen frontera entre Nepal y Tíbet.

El 14 de abril bajaron mis compañeros del campo I, después de su estancia obligada de dos días en el. El tiempo mejoró mucho, pero la cantidad de nieve caída dejo la montaña muy peligrosa. Esto se confirmó cuando al día siguiente una avalancha arrancó todas las cuerdas fijas colocadas entre el campo I y el II. Esto que en un principio parecía un desastre, en el fondo es una buena noticia, pues todas esas cuerdas no eran necesarias y ahora la ascensión resulta más “alpina”.


El día 17 subimos Patxi, Oscar Porras y yo al campo I. La subida la hago mejor que el otro día a pesar de que ahora subo bastante cargado con todas mis cosas, saco, mono de plumas, etc. pasamos el día aburridos, pues estamos solos en este campamento y a media mañana se nubla y tenemos que estar en las tiendas. Este mismo día llega al Base Oscar Cadiach, el sexto miembro de la expedición, que viene de hacer un trek por la zona del Everest.

El día 18 madrugamos y salimos para el campo II. Recorrimos la zona de la avalancha y comprobamos que se sube y se baja sin problemas sin cuerdas, aunque colocamos un pequeño trozo en un escalón vertical para facilitar sobre todo el descenso. Nuestro objetivo es aclimatar, así que una vez alcanzada la altura prevista (6300 m.), descendemos de un tirón hasta el campo base, pasando de largo el campo I.

Hoy día 19 cuando escribo estas líneas, estamos los seis miembros de la expedición en el base, y estamos pendientes de la previsión climatológica para hacer planes. En principio lo que nos queda es subir otra vez al campo II y dormir en el, para después bajar al base y ya esperar una ventana de buen tiempo suficientemente grande para poder hacer el intento de cumbre. Todo esto si no viene un periodo de mal tiempo que desbarate todos nuestros planes, pues el tiempo, aunque no malo del todo, tampoco es bueno. Las mañanas suelen ser despejadas, pero al mediodía, se nubla y termina nevando, unos días más y otros menos.”


Ayer envió un nuevo correo, en el que afirma:

“Han pasado solamente un par de días desde mi ultimo comunicado, pero como el tiempo no termina de ser bueno, estamos “bloqueados” en el Campo Base, así que tengo tiempo para escribir y contaros algunas cosas de la expedición.

Como os decía el tiempo no es del todo bueno, aunque por suerte tampoco están cayendo las grandes nevadas que hacen famoso al Manaslu.

Desde que llegamos al campo Base, la tónica general ha sido, mañanas despejadas y tardes que se van nublando hasta que termina nevando, unos días más y otros menos. A media noche despeja y vuelta a empezar.

Los días que subimos a los campos de altura a aclimatar o ha hacer algún porteo, son totalmente anárquicos y no siguen ningún patrón, pero los días que estamos en el Campo Base nuestro “planning” suele ser el siguiente:

Amanece sobre las cinco de la mañana y a las seis el sol ya da en las tiendas. Poco mas tarde, cuando el sol ya ha calentado algo el ambiente, nos levantamos y desayunamos. Los desayunos suelen ser potentes. Además de la parte dulce, café, cacao, galletas, etc. nos hacen tortillas o huevos fritos, que nosotros completamos con algo de jamón o chorizo de lo que nos ha preparado mi amigo “El Artesano” y traemos desde España. La comida es a las 12 y como Nepal tiene influencia Inglesa, suele ser bastante ligera, así que nosotros la reforzamos con alguna suculencia de las traídas desde España, como alguna lata de Cascajares, o algún día especial, el botillo que me preparan mis amigos “Los Luengo”. La cena es a las seis de la tarde, que es cuando oscurece, y es la comida más fuerte del día, arroz, pasta, etc. La verdad es que nuestro cocinero Pasang es un fiera y con los pocos medios de los que dispone, los saca un partido estupendo. Como veis no comemos mal, pero la verdad es que de vez en cuando se echa de menos un buen chuleton de Carne de Cervera.


Alguno de vosotros me pregunta como es el Manaslu, y la verdad es que hasta ahora no he hablado mucho de la montaña. Pues bien, el Manaslu es una hermosísima montaña. Nosotros la estamos intentando ascender por su vertiente Noreste y desde el Campo Base, podemos ver toda la ruta de ascensión. Esta discurre prácticamente en su totalidad por terreno nevado, siendo muy poca la roca que hay que pisar. Tenemos pensado montar tres campamentos. El primero ya lo tenemos totalmente instalado y abastecido y todos hemos dormido al menos una noche en él. El segundo no lo tenemos instalado, aunque si que hemos alcanzado su situación, pero solo aclimatando. La próxima vez, posiblemente pasado mañana, ya lo montaremos y dormiremos en él. El tercer campamento se instala ya en el ataque final y se monta y se desmonta “de pasada”.”


Tente Lagunilla entre el campo 1 y el 2 del Manaslu

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