Ueli Steck asciende la cara suroeste del Shisha Pangma hasta cima y en solitario en 10:30h desde el campo base avanzado

Ueli Steck ha combinado algunas de las rutas de la cara suroeste de la montaña (la británica de Doug Scott, la de Wielicki y la española de 1995) para alcanzar la cima del Shisha Pangma en 10 horas y media en solitario. 20 horas en total desde el campo base avanzado hasta cima y vuelta. Una ascensión increíble que comenzó con una internada de exploración en la pared y terminó con la cima, por las rutas más complejas de la montaña

Ueli Steck nunca deja de sorprendernos con su estilo de escalada. Ahora ha conseguido la suroeste del Shisha Pangma en 10 horas y media desde el campo base avanzado. Lo hizo el sábado 16 de abril. 2000 metros de pared técnica. 20 horas en total, ascenso-descenso. Algo fuera de lo común, desde luego. Así lo cuenta:

“De vuelta al campo base. El anunciado mal tiempo nos ha alcanzado. Estoy feliz de poder descansar estar tumbado dentro de mi cálido saco de dormir, en mi tienda. ¡Todo ha sido tan rápido! Al día siguiente de llegar al campo base mi compañero Don Bowie, Rob Frost el cámara y yo fuimos hasta el campo base avanzado. Nuestras mochilas eran verdaderamente pesadas. Teníamos mucha comida y una gran y confortable tienda. Nos llevó 3 horas y media llegar hasta allí. Estábamos a unas 2 horas y media de la base de la pared. Don y yo estamos abrumados por la pared, es muy grande. Discutimos sobre cómo afrontarla. Don no está todavía tan aclimatado como yo, necesita más tiempo. He estado casi un mes por el Khumbu y teóricamente podría atacar la cumbre. Pero no estoy seguro. En el Khumbu ascendí al Cholatese, de 6640m. Si es o no suficiente, es difícil de saber.

Don decide permanecer 2 noches a 5800m. El parte meteorológico dice que el domingo será un día muy bueno. Prácticamente sin viento a 8000m, y unos excelentes -12ºC, cálido para esta época del año. Tenemos curiosidad por conocer las condiciones de la pared. Don lo tiene claro: 1 día más en el campo. A mi me gustaría darle un vistazo a la pared. Le pregunto si está de acuerdo y si no le molesta. Me dice que adelante, y que si pudiera, debería de intentar la cima, pero soy escéptico. No creo que esté preparado ya para cima. Después decidimos escalar juntos, estamos aquí como cordada. Pero Don me insiste en que debería ir, intentar la cima. Por supuesto es un gran sueño que tengo, escalar una gran pared en solitario en el Himalaya. Sería genial poder hacerlo en un solo día. Don y yo estamos de acuerdo en que voy a echar un vistazo a la pared de más de 2000m. Rob y Don están de acuerdo en que debería intentar la cima. Mi plan es ir y echar un vistazo, hasta los 7000m más o menos. Así gano aclimatación adicional.

El sábado a las 22:30 de la noche abandono el campo. Es tan temprano porque quiero estar de vuelta antes de que llegue la tormenta. Según me voy, Don me llama: ¡Hey, Ueli!, toma, seguro que los necesitas...me da mis pantalones de pluma. Los había olvidado en la tienda. Gran comienzo. Espero llevar todo ahora. Bajo de nuevo hasta el pequeño lago y me cambio el calzado. Con los cubrebotas sólo puedo escalar con crampones, y habría sido terrible cruzar la morrena con ellos, así que llevaba mis zapatillas de carreras. Ya con las botas entro en el glaciar. La luna brilla tanto que puedo ver la sombra de mi cara. Pero también tengo unos seracs muy peligrosos encima mio, así que voy todo lo rápido que puedo hacia la entrada de la pared. Después de 2 horas y media entro en una canal de 55º con nieve perfecta, tal y como me ocurrió en el Cholatse hace un par de semanas. Escalo tranquilo y con ritmo regular. Miro a mi alrededor; la luna ilumina toda la cara suroeste. Escalo la travesía hasta la ruta británica. Hay alguna caída de piedras, y estamos a mitad de noche...¿cómo será cuando salga el sol?¿Tendré que descender? Miro la altura: 6800m. Mi objetivo mínimo son los 7000m.

A mi derecha una ancha canal de nieve asciende. La veo bien, y no oigo nada raro cayendo, pero no tengo ni idea de donde termina. Puedo escalar por lo menos 200m por ella, y creo que entonces habré alcanzado mi altura de aclimatación. Continuo rápido y tengo buenas sensaciones. No siento demasiada tensión, no tengo la sensación de estar muy expuesto en mitad de una gran pared; tengo una sensación de confianza. Sigo y veo que la canal termina en una roca vertical encima de mí. Por la derecha entro en otro corredor, también de 55º-60º. La nieve dura a tramos se convierte en hielo, pero por poco rato. 7200m. ¿desciendo? Había prometido a mi esposa que no haría solos nunca más. Pero esto no es realmente un solo, porque por aquí una cordada no habría podido realmente asegurarse, porque se perdería demasiado tiempo y no es realmente necesario. Creo que puedo hacerlo, y ya veo la salida. ¿Arriba o abajo? Hacia abajo es un largo trayecto también...así que ¡hacia arriba! La pared se hace más vertical. El aire se hace más tenue con la altura y los primeros rayos del sol me alcanzan en la arista. El corredor se hace más estrecho. Estoy en una canal pequeña. La salida no está lejos y el hielo es fino. Tengo como una sensación de cansancio, pero no mucho, los golpes de piolet todavía son precisos. En la arista no hay viento y el sol me proporciona una sensación de calidez. Desde aquí la cima aún está muy lejana. Abandono mi equipo aquí. Son pocos kilos, pero es muy extenuante escalar con todo. Miro a ver si mi cámara se ha repuesto, pero el frío de la noche ha agotado la batería. Avanzo metro a metro por la arista hasta alcanzar la cima.

Son exactamente las 11:40am cuando piso la cumbre. Echo un vistazo rápido a mi alrededor y comienzo a bajar, tengo todavía un largo descenso por delante, tengo que alcanzar el campo base avanzado hoy de nuevo; Meteotest me ha enviado una alerta al teléfono satélite: “El jetstream ha cambiado su dirección, tienes que haber vuelto antes del domingo al mediodía. Tormenta y frente de mal tiempo.” Bastante rápido alcanzo el sitio en donde había dejado mi equipo. El sol calienta y bebo algo.

El descenso es un puro horror. Aquí en la cara norte hay un montón de nieve polvo profunda. Me arrepiento de no haber tomado el mismo itinerario de ascenso para descender. Llego aproximadamente a 7200m, por el mismo lugar que emplearon los británicos para bajar, por algo lo elegirían. Entonces no puedo creer lo que ven mis ojos. Por debajo de mi hay una canal de rocas sueltas muy vertical. La nieve, el hielo y la roca alternan. La canal parece no tener fin. Llego a un corredor ancho de nieve, pero demasiado vertical, así que tengo que descender de cara a la pared. Por todos los lados hay restos de viejas cuerdas fijas. Puedo ver que el glaciar se hace más horizontal más abajo, pero se acerca a mi muy lentamente. Bajo paso a paso. El firme se hace más suave y puedo bajar patinando sobre las puntas frontales de mis crampones. Para no pillar demasiada velocidad me freno con los piolets, pero esto me supone mucha tensión muscular para permanecer estable. Pero por otro lado así puedo ir más rápido.

Alcanzo el glaciar. Aquí tengo que cruzar hasta la ruta de ascenso y desde allí bajar hasta la entrada de la pared. Todavía 1000m de desnivel hasta allí. En el glaciar permanezco en alerta extrema, controlo cada paso. Hay grietas y tengo que tener mucho cuidado con no caer en una de ellas. Desciendo lentamente. En la canal de entrada pillo mis tornillos de hielo y mi cuerda de 60m de 4mm. Me aseguro tanto cuanto puedo. Mi material no llega conmigo hasta el final, pero los 200 últimos metros no son tan verticales, y alcanzo la salida. Me siento aliviado: desde aquí a la tienda ya no tengo más problemas técnicos. Me tomo una barrita energética, y me quito mis pantalones de pluma. Llevo horas sudando dentro de estos pantalones. Como quiero llegar lo antes posible, no pierdo más tiempo. Totalmente aliviado llego a la morrena. Al principio del glaciar, junto al lago, había dejado mis zapatillas de carreras, había marcado el lugar con piedras, pero no las encuentro. Mi GPS me ayuda. Ahora sí que tomo mi tiempo: me hago té. Llevo 18 horas y media escalando y sólo he bebido 1 litro y medio de agua. Ahora tomo un litro más, otra barrita, y hago mi mochila. Mis botas de expedición van también en la mochila. ¡Qué cómodo que es andar con las zapatillas! Aunque asciendo muy lentamente la morrena, voy mejor de lo que pensaba. No estoy totalmente exhausto.

Son las 18:30h del domingo y estoy de vuelta en la tienda. Qué bien ver a Don y Rob. Dos amigos con los que poder compartir mis experiencias de las últimas horas. Escribo un SMS a Nicole. “De vuelta en el ABC”. Que he hecho cima se lo haré saber junto a un ramo de flores al día siguiente.”


Página web de Ueli Steck: www.uelisteck.ch


El punto perdido es Ueli Steck justo bajo la arista cimera


La ruta seguida

Ueli a unos 5800m

Ueli regresa extenuado al campo base avanzado

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